Falta de eficacia en los fichajes
Los últimos años de la historia del Madrid están marcados por el desacierto de los fichajes. El nivel deportivo del club responde desde hace tiempo de forma prioritaria a su bien organizada cantera, una herencia de otra época. Los fichajes no resultan. Stielike fue el último extranjero de rendimiento inobjetable. Y Santillana, el último gran fichaje anterior. Ambos datan de la época de Bernabéu. La imagen de eficacia de aquellos años ha comenzado a romperse por el bajo índice de acierto en los fichajes.Este club trajo a España en pocos años a Di Stéfano, Rial, Kopa, Santamaría, Domínguez, Puskas y Canario, todos ellos calificables como éxitos, y algunos a precio discreto. Frente a eso pinchó con Didí y Simonsson. Expurgando distintos rincones de España, salieron Gento, Amancio, Pirri y Zoco, entre otros. En ocasiones, el fichaje se alcanzó en competencia con el Barcelona. El de Di Stéfano fue el caso más sonado de lucha entre ambos clubes por un fichaje, pero no el único. Ya tiempo atrás Bernabéu se había desayunado una mañana con la noticia, publicada en La Vanguardia, de que un emisario de Barcelona había salido en barco hacia Canarias para fichar a Molowny; inmediatamente mandó un propio en avión para birlarle el fichaje a su rival.
De tiempo acá, es el Barcelona el que se adelanta. En parte, por cuestión de dinero, pero no sólo por eso, sino por rapidez y agresividad negociadora. Son las antiguas técnicas del Madrid, que para ser puestas en marcha necesitan un respaldo de dinero, de unidad de propósito, de acuerdo interno.
Frente a eso, el desconcierto en el Madrid se traduce en una mala elección de objetivos. Cunningham, por ejemplo, no era un fichaje barato. Aunque problemas médicos dificultaron mucho su triunfo, no cabe duda de que, para el dinero que se colocó en la operación, no se actuaba sobre seguro. Metgod era un jugador de grandes limitaciones y para un puesto que, además de estar cubierto en la plantilla, no parece lógico que sea el ideal para rentabilizar un fichaje extranjero. Lozano es otro gran desembolso aún sin resultado. De los hombres adquiridos en el mercado interior, sólo Ángel parece haber satisfecho las esperanzas puestas en él, aunque no se trata de un jugador brillante.
El nivel del Madri lo han mantenido por encima de los mínimos los jugadores de la cantera. El grueso de la plantilla y aun algunas de las figuras salen de ahí. Sólo en cantera sigue siendo el Madrid superior al Barcelona, su enemigo histórico. La diferencia de acierto en los fichajes es tremenda y marca la distancia entre los dos equipos. El Barcelona se ha permitido ni sólo operaciones de prestigio como los fichajes de dos sucesivos números uno, como Cruyff y Maradona, sino logros prácticos notables, como Neeskens, Schuster o Archibald. Aunque, por inercia del pasado, ha desperdiciado dinero y tiempo, el nivel de eficacia crece progresivamente al tiempo que baja el del Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.