Primera reunión de los presidentes de los grandes bancos con Claudio Boada

Los presidentes de los grandes bancos nacionales celebraron ayer el primer almuerzo al que asistió Claudio Boada como máximo responsable del Hispano Americano. Una buena parte de la reunión estuvo dedicada a desearle a Boada "toda clase de éxitos en su gestión" y la solidaridad y adhesión del sector. Claudio Boada lo agradeció y reconoció que "su tarea no era fácil y que todavía estaba aprendiéndose la lección". Boada afirmó que aún no había iniciado las conversaciones con el Banco de España sobre la renegociación de las ayudas solicitadas para el saneamiento del grupo Hispano y que iría informando al resto de presidentes de los grandes bancos.El resto del almuerzo estuvo dedicado a analizar la nueva baja de los tipos de interés preferenciales de los créditos decidida por uno de los grandes bancos, y seguida por el resto, señalando la importancia que tenía el hecho de que por primera vez no se había producido como consecuencia de una reunión previa de los responsables de los grandes bancos sino de forma individual. La baja de los tipos preferenciales irá acompañada por una nueva reducción en la retribución de los depósitos bancarios para acompasar unos menores ingresos con unos costes financieros también más reducidos.

La afirmación del Banco de España de que el nuevo coeficiente de recursos propios "no trata de hacerse de forma traumática para la banca" y el hecho de que la autoridad monetaria haya señalado que estudiará todas las sugerencias que se le hagan, ha tranquilizado a los presidentes de los grandes bancos, que veían poco menos que imposible cumplirlo en los supuestos iniciales del borrador redactado por el Banco de España.

Otro de los temas tratados en la comida de presidentes de los grandes bancos fue la necesidad de realizar grandes esfuerzos en todos los órdenes para hacer frente a un ejercicio que, en su opinión, se presenta peor que el que acaba de terminar. Según sus análisis, la baja en la retribución de los pagarés del Tesoro -el 14% de sus activos- y el descenso en los ingresos por créditos, acompañada por una reducción similar en la retribución de los depositos -aunque retrasada en el tiempo-, va a exigir una moderación salarial en el sector y ajustes en otros gastos.