El imposile descanso de Uzturre
Jesús Insausti, nuevo presidente del Consejo Nacional del PNV, nació en Tolosa (Guipúzcoa), ubicada al pie del monte Uzturre, cuyo nombre fue adoptado por el veterano nacionalista para firmar artículos periodísticos. Este hombre de escasa proyección pública hasta que llegó, a sus 73 años, a la presidencia del PNV en Vizcaya el pasado año, se ha mantenido desde su juventud en el aparato del Partido Nacionalista Vasco. Insausti pensaba que, tras casi 30 años de exilio, podría volver al País Vasco para descansar. Sin embargo, la convulsa situación que vive la familia nacionalista ha provocado su ascenso hasta situarle al frente del partido.Al nuevo presidente del Consejo Nacional del PNV le desagrada que se diga que el funcionamiento de los nacionalistas guarda cierta similitud con los partidos de corte estalinista. No acepta ni la broma de semejante comparación porque, amén de su estricto nacionalismo, no oculta su visceral anticomunismo. Hijo de caseros carlistas, Insausti no pudo resistir, en su juventud, a la tentación de reafirmarse, ideológicamente, frente al padre y no sólo se afilió al PNV, sino que sus primeras actividades políticas fueron encaminadas a oponerse a los carlistas que tenían cargos públicos.
Traductor de euskera para el Ayuntamiento de Tolosa y para el Gobierno vasco, Uzturre ha dedicado la mayor parte de su vida a la labor de propaganda en el sindicato nacionalista ELA-STV. Después de haber pasado varios años de cárcel se fugó, a comienzos de los cincuenta, de la prisión de Buitrago de la Sierra y, desde entonces, permaneció en el exilio hasta su regreso en 1980.
