España entrega a la justicia italiana al general Loprete

El general italiano Donato Loprete, detenido en Castelldefels el 6 de abril de 1983 como presunto implicado en el escándalo del petróleo, fue conducido ayer desde la prisión de Carabanchel (Madrid) a Roma y entregado a la justicia italiana después de que la Audiencia Nacional accediera el pasado mes de noviembre a la petición de Italia de conceder la extradición del militar. Loprete había sido jefe del Estado Mayor de la Guardia de Finanzas y está acusado, junto a otras altas personalidades italianas, de haber evadido impuestos por más de 200.000 millones de pesetas mediante la declaración de cantidades de crudo para gasóleo doméstico cuando, en realidad, era petróleo para elaborar gasolinas.

El traslado a Italia del general de división Donato Loprete, que cuenta 61 años de edad, fue supervisado por Interpol, ya que la detención en España se produjo precisamente por iniciativa de este organismo policial internacional. Fueron dos agentes de Interpol, según Efe, quienes acompañaron a Loprete en su viaje por vía aérea a Roma y quienes lo entregaron a la justicia italiana.El general había huido de Francia el 11 de noviembre de 1980, un año después de haber sido sustituido fulminantemente, a petición de los jueces, de su puesto de jefe de la zona lombarda de la Guardia de Finanzas. Después de una etapa pasada en la clandestinidad en Malta, el general se trasladó a España a finales de 1982 o comienzos de 1983, ya que un hijo suyo vive en nuestro país y está casado con una española.

Loprete también fue citado en diversos medios de comunicación italianos como persona incluida en las listas de miembros de la logia masónica Propaganda Due (P-2), que dirigía Licio Gelli. Tanto Gelli como Loprete tienen el mismo abogado, Fabio Dean.

Escribe un libro

A lo largo de su estancia en España, el general italiano ha estado encarcelado en las prisiones de Barcelona -cárcel Modelo- y Madrid. En junio de 1983 el general fue visitado por una comisión judicial de Turín integrada por los magistrados Cuva y Vaudano y por el fiscal Corsi, quienes le informaron de que la justicia de Italia, que ya había dictado cinco órdenes de detención contra el general, acusaba a éste de contrabando y corrupción.

En una entrevista con Loprete publicada en EL PAÍS el 16 de octubre de 1983, el general italiano aseguraba que no estaba implicado en el escándalo del petróleo y que había comenzado a escribir un libro sobre todo lo ocurrido. En el curso de la misma, Loprete se refería a la evasión de impuestos por partidas de petróleo y decía: "Todos sabíamos que había algo anormal". El general añadía que nunca había tenido carné de la P-2 ni había pasado cuota alguna a esta organización, aunque reconocía que se había entrevistado en tres ocasiones con Gelli.

Durante su estancia en Carabanchel, Loprete ha tenido una vigilancia especial, como habían solicitado las autoridades judiciales italianas en el verano de 1983.