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Reportaje:

Los bancos y cajas no tienen recursos propios suficientes para cubrir el nuevo coeficiente de garantía

El borrador del reglamento de desarrollo del coeficiente de garantía para instituciones financieras que el Banco de España ha repartido a bancos y cajas de ahorro para que lo estudien y hagan las observaciones de modificación que consideren necesarias supondría, de ponerse en práctica tal y como está redactado, que los ocho grandes bancos tendrían que aumentar en más de 200.000 millones de pesetas sus recursos propios -suma de capital, reservas y la nueva modalidad de obligaciones subordinadas- en los próximos años. La consolidación de los grupos bancarios exigiría cantidades aún mayores para poder cubrir el coeficiente de garantía.

Estos nuevos recursos parecen poco menos que imposibles de conseguir, en opinión de medios del sector, dados los excedentes generados en los últimos ejercicios de los bancos, a menos que se quisiera generalizar de manera total la práctica de no repartir dividendos. La otra vía de aumentar los recursos propios, las ampliaciones de capital, no es el camino que quieren llevar a cabo las instituciones financieras dadas las dificultades que el Banco de España pone para que se realicen con prima de emisión a cargo de las reservas.En la actualidad el coeficiente de garantía de las instituciones financieras fija una relación -el 8%- entre los recursos propios de bancos y cajas y el volumen de pasivo que pueden tener las entidades. La nueva definición del coeficiente de garantía, que entrará en vigor a lo largo de este año, establece que los recursos propios estarán en relación con el activo de bancos y cajas y no con los depósitos.

El borrador, repartido por el Banco de España para su estudio y crítica, parte de la base de una neutralidad sobre la situación anterior, y de esta forma lo que ahora es el 8% sobre los pasivos del sector se convierte en un 4,5% sobre activos, lo que, en principio, no supondría mayores problemas para las entidades financieras ya que no se movería el nivel de capitalización exigido.

Los problemas surgen, en opinión de medios del sector bancario, cuando cada banco se pone a estimar la repercusión real de la puesta en práctica del nuevo coeficiente en función de los distintos niveles de cobertura que tienen que tener los diferentes activos que tiene cada banco y cajas de ahorro. El 4,5% teórico inicial se transforma en algo más del 6% para la mayor parte de las instituciones financieras, lo que supone incrementar los recursos propios de los ocho grandes bancos -Central, Banesto, Hispano, Bilbao, Vizcaya, Santander, Popular y Exterior- en más de 200.000 millones de pesetas y una cantidad aproximadamente del doble si se tienen en cuenta el activo de los grupos bancarios liderados por cada una de estas entidades y el volumen de recursos propios que tienen.

Plazo de cuatro años

Las primeras estimaciones realizadas muestran que tan sólo el Banco de Santander y el Popular podrían cumplir el nuevo coeficiente de garantía en la actualidad sin necesidad de tener que incrementar sus recursos propios. Bancos como el Hispano Americano y el Exterior, por situaciones claramente distintas, tendrían que hacer un esfuerzo considerable en los próximos cuatro años, tiempo que en principio se deja para ponerse el día en el borrador del Banco de España. El resto de los grandes bancos tiene un desfase importante, que algunos han empezado a tratar de corregir, como es el caso del Banco de Bilbao con la emisión de obligaciones subordinadas en los mercados internacionales que acaba de firmarse.El borrador de reglamento establece una diferente cobertura para cada uno de los diferentes grupos de activos que componen la inversión financiera, y así se fija el 0,25% para el efectivo de los bancos, los depósitos en el Banco de España y los fondos públicos (pagarés, deuda, obligaciones). El secretario general del Banco Popular, Manuel Martín, señaló recientemente que este tipo de activo de las instituciones financieras no debería tener que cubrir ningún coeficiente de garantía al carecer por definición de ningún tipo de riesgo.

La cartera de valores de las instituciones financieras y las participaciones en el propio grupo, sean éstas consolidables o no, tendrán que tener una cobertura del 100% a efectos del coeficiente de garantía. Lo mismo ocurre con los capitales invertidos en acciones bancarias, sean del grupo o no. La adquisición de bancos en crisis, y en especial la compra de los bancos de Rumasa, preocupa de manera especial en algunas entidades financieras privadas al no tener apenas estos bancos ni capital ni reservas en sus balances que añadir a los de la casa matriz a la hora de la consolidación.

En medios del sector se considera que el borrador sufrirá importantes modificaciones a lo largo de la discusión que va a producirse entre el Banco de España, Rafael Termes -presidente de la patronal bancaria- y un representante de la confederación de cajas de ahorro, como ya ocurrió cuando se discutieron las normas de consolidación de los grupos bancarios y la circular riesgo-país que entró en funcionamiento a finales del pasado año.

Uno de los aspectos que también preocupa a las entidades financieras es el distinto trato que se va a aplicar a la banca extranjera. En el borrador se señala que las normas se aplicarán igual a las entidades extranjeras pero que no sufrirán los recargos por concentración de riesgos que sí se estipulan para los bancos y cajas nacionales. No hacer esto supone, en opinión de algunos medios, dar mayores facilidades de actuación a la banca extranjera.

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