Oír campanas y saber el número que comunica
El tenso ambiente que se manifestó el miércoles ante la irrupción de algunas realizaciones de beneficios, que fueron relativamente bien controladas por el dinero, ha dejado paso a otra atmósfera mucho más positiva y que cortó por lo sano el flujo de órdenes vendedoras. Queda para más adelante la apertura de la espita de esa cafetera a presión en que se está convirtiendo la bolsa.Una vez más razones al margen del mercado impidieron que se hiciera esa limpieza que se pide casi a gritos. Telefónica, tanto por el anuncio de su adelantada ampliación de capital como por sus planes financieros y empresariales, volvió a convertirse una vez más en la gran reina de la sesión. A su calor, las eléctricas volvieron a brillar con luz propia, e incluso los bancos no tuvieron mayor inconveniente en proseguir con sus saldos positivos y con su tímida incorporación al dorado tren de las subidas.
De nuevo algunos inversores se apiñan en la sala de contratación en busca de comprar todo cuanto sale a la venta, muchas veces sin pararse a pensar qué compran ni a qué precio. Parece que todo da lo mismo. Mientras, el volumen de contratación se mantiene en un nivel rotundo y que demuestra la euforia que vive estos días el mercado bursátil. El lunes se contrataron 3.107,1 millones de pesetas; el martes, 3.185,2 millones; el miércoles flexionó ligeramente a la baja, pero aun así se alcanzaron los 2.798,7 millones. Ayer, posiblemente, se volvió a superar la cota de los 3.000 millones. Algo semejante ocurre con las compras a crédito: 336,8 millones, 414,8 millones y 232,5 millones en los tres primeros días de la tanda semanal. Es decir, las apuestas por la continuación de la subida son generales, pronóstico que confirma el análisis técnico al indicar posición de subida libre.
Por si fuera poco, los tipos de interés prosiguen su caída, con un descenso el miércoles de casi dos puntos en el interbancario que, según los analistas, es fiel reflejo del exceso de liquidez de las instituciones y que se debe en buena parte a la diferencia existente entre los pagarés del Tesoro que vencieron el pasado martes, 593.000 millones de pesetas, y los 400.000 millones que se renovaron el lunes. La rebaja al 13,75% en el interés medio de la emisión de obligaciones del Estado, así como los 120.000 millones de pesetas que se han decidido a acudir a la subasta ordinaria de pagarés del Tesoro de ayer, aunque el interés también fuera recortado otra vez, demuestran que el dinero no sabe o no puede colocarse fácilmente. En esas condiciones, la renta variable continúa fortaleciendo sus posibilidades.
Las anécdotas del día, aunque en un plano muy secundario respecto a Teléfonos, se centraron en Iberduero, que consiguió situarse a la par (hecho desconocido desde el 8 de septiembre de 1977), el final de la ampliación de Tudor (que saldó la operación recuperando 45,88 enteros) y el pago de dividendo de Asland, de 16,40 pesetas netas (y que recuperó 0,28 enteros). Hércules Hispano, por su parte, anunció una ampliación de capital por 205 millones de pesetas, liberada al 40%, y en la proporción de 41 acciones nuevas por cada 55 antiguas, con un plazo de suscripción del 15 de febrero al 15 de marzo.
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