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El Central convierte a su filial, el Internacional de Comercio, en banco de negocios

El Banco Central, como principal accionista del Banco Internacional de Comercio y del Banco de Fomento, ha decidido proceder a una reestructuración de los mismos para concederles una mayor operatividad y lograr un crecimiento de su rentabilidad global. El Internacional se convertirá en un banco de negocios al por mayor, mientras que el Fomento absorberá todas las oficinas que el Internacional mantenía en la zona de Madrid. El Internacional fue adquirido por el Central en agosto de 1982, a sugerencia del Banco de España.

El Internacional ha estado los dos últimos años semiparalizado en tanto que se decidía qué hacer con él dentro del grupo. En un primer momento se pensó en especializarlo como un banco regional para la zona de Madrid, y para ello se integraron las oficinas del Internacional en otras regiones dentro del resto de los bancos del grupo Central. Posteriormente el Internacional vendió su participación accionarial en el Saudesbank, banco árabe-español, al sector público español, dentro de una nueva estrategia de esta entidad por aumentar su presencia operativa en España y en la relaciones bilaterales con el mundo árabe.En los últimos meses se ha especulado con la posibilidad de que Alfonso Escámez, presidente del Banco Central, quisiera desprenderse del Internacional de Comercio y se lo vendiera a alguno de los grandes bancos extranjeros, especialmente norteamericanos, que quieren adquirir una licencia española. Esta última posibilidad siempre había sido negada por el Banco Central.

La transformación

El Internacional cuenta en la actualidad con 55 oficinas, unos depósitos de 60.000 millones de pesetas y algo más de 600 empleados. Su transformación en banco de negocios se realizará mediante la venta de 54 de las oficinas -se queda sólo con la agencia que es sede social de la entidad- al Banco de Fomento -del mismo grupo Central-, lo que significa transferirle 35.000 millones del pasivo y 350 trabajadores. El Internacional se queda con una oficina y unos recursos ajenos de 25.000 millones de pesetas y 100 empleados. Los 250 trabajadores restantes que están en la actualidad adscritos al Internacional vienen realizando desde hace varios meses su trabajo de cara al conjunto de bancos filiales del Central en tareas de informática y asesoría jurídica. Los fondos propios del Internacional -5.300 millones de pesetas- permanecerán en su balance.

Con esta nueva dimensión, el Internacional de Comercio puede iniciar su camino como banco de negocios y de servicios financieros para las grandes empresas nacionales y extranjeras que operan en España. En el caso de que la experiencia no diera los resultados que se esperan de ella, siempre cabría la posibilidad de plantearse su venta a una entidad extranjera.

La operación de nueva operatividad del Internacional de Comercio se completa con la expansión que el Banco de Fomento va a adquirir gracias a la compra de las 54 oficinas del Internacional. El Fomento pagará esta compra con una participación sobre los recursos de la entidad y sobre los beneficios que obtenga en los próximos 10 ejercicios. El Banco de Fomento, con características de banco industrial dentro del grupo Central, recibe una inyección de depósitos a costes más baratos que los que tiene en la actualidad. Cada nuevo empleado que pase al Fomento lo hará con la contrapartida de 100 millones de pesetas de depósitos, mientras que en la plantilla actual la cifra es de 70 millones de pesetas.

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