Las nuevas tarifas proporcionaran a Telefónica 90 millones de pesetas más cada día

La solicitud de la compañía Telefónica para que sus tarifas se incrementen un 6,9%, que se encuentra en etos momentos sobre la mesa de la Junta Superior de Precios, ha vuelto a retrasarse ya que, al parecer, este organismo "no tiene prisa, por el momento". Esta demora le supone a Telefónica dejar de percibir unos ingresos aproximados de unos 90 millones de pesetas al día, lo que, de no introducirse durante este mes, podría representar una pérdida de ingresos de unos 2.700 millones de pesetas a finales de enero, según la propia compañía, que se liumentarían cuanto más tarden en llegar las nuevas tarifas.

Según las previsiones realizadas para el presente ejercicio, Telefónica debería aportar vía incremento de tarifas a final del presente ejercicio aproximadamente 26.000 millones de pesetas, con objeto de poder mantener el reparto del dividendo como en años anteriores y, paralelamente, no disminuir las amortizaciones a que debe hacer frente como consecuencia de su endeudamiento. Cuanto más se retrase la entrada en vigor de las nuevas tarifas, argumentan los responsables de Telefónica, mayores dificultades existirán para poder cumplir con ambos objetivos.

Por el momento, y después de aprobadas las subidas de Renfe, Transmediterránea, transportes por carretera o gasóleos, y pendiente todavía el ajuste definitivo de las gasolinas, el Gobierno ha mostrado resistencia en las semanas pasadas a una decisión que, de hacerse con los criterios barajados por Telefónica, implicaría incrementar el coste de las tarifas urbanas, cuyo paso sería de cinco pesetas, para que la repercusión fuese menor para las interurbanas.

Mayor racionalidad

Éstas han sido tradicionalmente las que han financiado a las llamadas urbanas -inferiores a su coste real-, situación que los dirigentes de Telefónica están intentando, desde hace tiempo, racionafizar y evitar, en lo posible, que la subida sea lineal. Ésta subida aportaría los ingresos esperados, pero perpetuaría los desequilibrios entre las llamadas.Ante el recorte en los ingresos que podrían producir el retraso en la aplicación de tarifas, en Telefónica están barajando diferentes hipótesis para intentar encauzar las cuentas del ejercicio, muy importantes por el volumen comercial de la compañía, pero comprometidos de antemano por las fuertes inversiones y amortizaciones a que tiene que hacer frente.

Una de estas hipótesis con la que se trabaja es la de suprimir la franquicia -es decir, los 140 pasos de contador gratis de que disfrutan los usuarios particulares-, opción de la que no se muestran demasiado partidarios en la compañía pero que "ante la posibilidad de una subida lineal, habría que tener en cuenta". La supresión de la franquicia le representaría a Telefónica unos ingresos adicionales de 20.000 millones de pesetas, algo menos de lo que conseguiría, según los cálculos previos, con una subida de las tarifas del 6,9%.