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Óscar Alzaga invita a los conservadores a coligarse frente al PSOE

El presidente del Partido Demócrata Popular, Óscar Alzaga, inauguró ayer el segundo congreso nacional de su partido con un esperado llamamiento a que se coliguen conservadores, democristianos y "todos los liberales", como única manera de "fraguar una alternativa real" al PSOE. Un clima de relativa frialdad rodeó el discurso de hora y media pronunciado por el dirigente democristiano, en el que en ninguna ocasión aludió explícitamente a su partido coligado Alianza Popular, aunque Alzaga sí habló de seguir "cumpliendo ejemplarmente" el pacto electoral que dio origen en 1982 a la Coalición Popular.

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El discurso de Alzaga constituyó ayer prácticamente la única nota políticamente destacada de la jornada inaugural del congreso democristiano, que hoy se clausura. La presentación de los invitados extranjeros -numerosas figuras de la Internacional Democristianas- y nacionales -una representación destacada de Unió Democrática de Cataluña y otra, en la que no figuraban los respectivos líderes, de los partidos que integran la Coalición Popular- completaron la agenda del día.Junto a ello, las discusiones de unas ponencias que no presentan novedades dignas de mención. La ausencia de enfrentamiento interno en el congreso era tan completa, que ni siquiera se votó la candidatura para presidir la mesa del congreso, cargo que de antemano estaba reservado para el presidente del PDP catalán, Juan José Folchi.

"En este partido, afortunadamente, existe un grado de coincidencia muy alto sobre el diagnóstico y sobre la terapia estratégica", admitió Alzaga, cuando un periodista le comentó que todo en este congreso está "atado y bien atado": ni la presidencia, en manos de Alzaga, ni la secretaría general, en las de Julen Guimón, ni las vicepresidencias, que sólo se alterarán para admitir en ellas al recién llegado Iñigo Cavero, sufrirán modificaciones dignas de mención cuando hoy, en la sesíón de clausura se vote la nueva directiva.

La obsesión antisocialista

Alzaga comenzó ayer su discurso inaugural atacando la "obsesión antisocialista", frase en la que no pocos observadores quisieron ver un nuevo desmarque respecto del socio mayoritario de la Coalición Popular, AP."No hay inconveniente en reconocer los méritos que el Partido Socialista ha contraído", dijo el líder democristiano, inmediatamente antes de pasar a realizar un corrosivo ataque contra la politica del Gobierno socialista a la que calificó de "completamente insustancial".

Con un lenguaje sumamente cauto y algo distante, Alzaga pasó revista a las realizaciones del Gobierno, evitando ofrecer alternativas concretas en la mayor parte de los casos: la educación, las restricciones a la libertad de información, el paro, el excesivo esfuerzo fiscal, "la ausencia de las carpetas de Alfonso Guerra en el terreno de la Administración del Estado", fueron otros tantos temas que pasaron por el ojo crítico de Alzaga.

Invitación a los reformistas

Al final, lanzaría su única gran propuesta concreta: "un partido político no puede definirse por su negativa a coligarse, ni nacer a la vida pública con la voluntad de ser un coligado eterno", dijo, para invitar a los reformistas de Miquel Roca -a los que también evitó citar expresamentea unirse a la gran coalición para batir al PSOE. "Nuestra disposición para ello es total, incondicional y con renuncia previa a ambiciones personales", señaló el presidente del PDP. Pero, a continuación, y como colofón de su discurso, agregó: "no estamos nada satisfechos con ser el tercer partido de España. De nuestro trabajo depende que consigamos ser el primero".

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