La policía polaca truncó en 1983 un intento de atentado contra el Papa, según el general Platek

El general Zenon Platek, de 58 años, uno de los principales testigos del juicio que se sigue en Varsovia contra los asesinos del sacerdote Jerzy Popieluszko, reveló ayer ante el tribunal de Torun que la policía polaca truncó un plan urdido para atentar contra la vida del papa Juan Pablo II durante la última visita de éste a Polonia, en junio de 1983. Platek comparece ante el tribunal de Torun que juzga a cuatro subordinados suyos acusados del asesinato del cura Popieluszko, ocurrido el 19 de octubre de 1984.El portavoz del Gobierno, Jerzy Urban, desmintió ayer categóricamente la declaración de Platek.

Zenon Platek informó que su departamento, encargado de los cultos en el Ministerio del Interior de Varsovia, adoptó medidas especiales para evitar el atentado contra el Papa, sobre cuya ejecución existieron posibilidades reales.

El general Platek anunció que su servicio detuvo entonces a personas provistas de explosivos y armas especiales, pero que la información no fue publicada. El general no brindó más detalles sobre los arrestos.

Los observadores subrayan que es la primera vez que se difunden noticias sobre detenciones relacionadas con un atentado contra Juan Pablo II durante su viaje a Polonia en el verano de 1983.

Suspendido de sus funciones por "falta de supervisión sobre su servicio" y también bajo imputaciones de conducta negligente tras desvelarse el asunto del asesinato del cura Popieluszko, el general Zenon Platek era el superior de los cuatro policías inculpados en el asesinato del sacerdote simpatizante de Solidaridad.

Popieluszko fue secuestrado el pasado 19 de octubre, y presumiblemente golpeado hasta la muerte, por tres miembros del servicio secreto polaco adscritos al departamento que regentaba Platek.