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Sellado el pacto de legislatura PNV-PSOE, decisivo para la organización de la autonomica vasca

El futuro Gobierno vasco de José Antonio Ardanza y el Grupo Socialista en la Cámara vasca sellaron ayer tarde en San Sebastián "el pacto de legislatura que aborda materias como el consenso de determinadas iniciativas legislativas, la reconversión industrial, el desarrollo autonómico o la lucha contra el terrorismo. Dicho pacto compromete a ambas partes en las cuestiones decisivas de la vida política vasca y constituye el acuerdo más importante alcanzado en Euskadi desde la elaboración del Estatuto de Autonomía de Guernica. Más allá de los compromisos puntuales, el documento suscrito ayer establece una filosofía general que invierte la dinámica del enfrentamiento que ha caracterizado en los últimos años las relaciones entre el PNV y el PSE-PSOE y las del Gobierno central y el vasco.

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Texto del acuerdo sobre violencia y terrorismo

Nacionalistas y socialistas subrayan ahora que el diálogo y la negociación son los instrumentos eficaces y permanentes para la superación de las discrepancias y establecen mecanismos de coordinación en determinadas áreas y una comisión de seguimiento para garantizar el cumplimiento de lo pactado.El acuerdo -que tendrá como efecto inmediato el desbloqueo del empate parlamentario a 32 votos y la posibilidad de que se aprueben en fechas próximas los presupuestos generales de la comunidad autónoma para 1985será firmado después de que José Antonio Ardanza sea elegido lendakari y nombre gobierno. José María Benegas indicó ayer que su grupo no ha decidido todavía si aprobará con sus votos la investidura de José Antonio Ardanza, retrasada al próximo día 23.

La aceptación del marco democrático constitucional es el primero de los siete apartados de que consta el documento. El Gobierno vasco y el Grupo Parlamentario Socialista "manifiestan su voluntad de cumplir la Constitución, el Estatuto de Autonomía y demás leyes vigentes, así como las sentencias de los tribunales". La generalidad y obviedad de estos principios, elementales en una sociedad democrática, no resultan gratuitos en este caso. El acatamiento a la normativa constitucional y a las sentencias de los tribunales debe permitir reconducir conflictos como la denominada guerra de las banderas y el de los secretarios de ayuntamientos.

En el segundo apartado, dedicado a la Violencia, terrorismo y convivencia democrática, nacionalistas y socialistas establecen "que los problemas políticos del País Vasco solamente deben ser negociados entre las fuerzas políticas con representación parlamentaria, el Gobierno vasco y, cuando proceda, el del Estado", con lo que implícitamente se descarta cualquier negociación política con ETA. Tanto José Antonio Ardanza como José María Benegas resaltaron a los medios informativos que el pacto supone la apertura de una nueva etapa en Euskadi y confirmaron la presencia de miembros de la ejecutiva del PNV en todas y cada una de las sesiones negociadoras.

Las expectativas suscitadas ante la posibilidad de un acuerdo político sólido y estable entre las dos fuerzas mayoritarias vascas quedaron días atrás ensombrecidas por las declaraciones de Xavier Arzallus, quien afirmó que el acuerdo no compromete al PNV. Ayer mismo, uno de los articulistas del diario nacionalista Deia, alineado con el sector del PNV que ha auspiciado el relevo de Carlos Garaikoetxea, proponía la creación de un bloque abertzale, mediante una alianza con Euskadiko Ezkerra y Herri Batasuna, "para contrarrestar el pacto del Gobierno vasco con los socialistas".

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Sin embargo, uno de los máximos dirigentes del PNV y miembro del consejo nacional de este partido, Michel Unzueta, presente en la entrevista negociadora de ayer y en otras precedentes, indicó, forzado por las preguntas de los informadores, que el Partido Nacionalista Vasco asume el pacto. "El Euskadi Buru Batzar (consejo nacional)", dijo, "conoce el contenido del pacto; lo ha valorado muy positivamente y tendrá que observar una lealtad básica". Michel Unzueta expuso cuatro razones que justifican, a su juicio, la decisión de su partido: "Se ha logrado mantener un Gobierno monocolor y desbloquear el empate del Parlamento; se ha establecido una serie de mecanismos de diálogo y abierto la posibilidad de impulsar el proceso estatutario'.

El futuro lendakari, José Antonio Ardanza, expresó su confianza en que el pacto sea respetado en los próximos tres años de legislatura y dijo que la gobernabilidad del País Vasco está ahora garantizada.

El resto de los apartados se refieren al desarrollo estatutario, a la cooperación frente a la crisis económica y al paro, al consenso de las iniciativas legislativas, a la institucionalización de la comunidad autónoma, a la propia comisión de seguimiento del pacto y a una serie de modificaciones al acuerdo del Consejo Vasco de Finanzas. Dicho acuerdo regula las aportaciones de las provincias a la Hacienda general del País Vasco para 1985, de acuerdo con la ley de Territorios Historícos.

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