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FASE FINAL DE LA COPA DE EUROPA DE BALONCESTO

El Madrid necesitó la prórroga para vencer al Granarolo

Luis Gómez

Los árbitros, cuando quieren, también juegan. ¡Y cómo juegan en un partido de baloncesto!. Ayer desconcertaron a los dos equipos en los últimos minutos, obligando a pensar en cómo debió quedar ese marcador parcial de las ayudas arbitrales. A un favor para el Real Madrid correspondieron con tres para los italianos, lo que provocó escándalo y suspensión temporal del partido por tamaño desequilibrio. Pero, en la última jugada, a falta de cuatro segundos, sancionaron a Brunamonti y colocaron el partido encarrilado para la prórroga. Como si hubiera sido un capricho. En esos minutos jugaron ellos, Jallon y Leeman, al alimón, desvergonzadamente sonrientes y coordinados. Así es y así se escribe la historia de muchos encuentros de Copa de Europa. El susto por la prórroga lo solventó el Real Madrid con entereza y pudo resolver un complicado encuentro.Lolo Sáinz quiso liquidar el partido utilizando crédito ilimitado en su jugador Jackson, que resultó insolvente en casi toda la segunda parte, pero encontró fondos en la prórroga. Mucho antes, el Real Madrid había disfrutado de ventajas de hasta 14 tantos en la primera parte (32-18 a falta de nueve minutos para el descanso), pero el Granarolo consiguió jugar el encuentro al modo italiano, es decir, suponiendo la división de los 40 minutos reglamentarios en dos períodos desiguales, de 35 y 5 minutos. Tratan de llegar a su segundo período en condiciones de igualdad porque, en esos instantes, se mueven como pez en el agua. El Madrid cayó en esa trampa.

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Y una primera parte fluida, defensivamente seria, del Real Madrid quedó despedazada en cuanto el Granarolo acertó a crear un gran desequilibrio en el juego de ataque del rival. Una primera parte bien jugada dejó para el descanso varios datos interesantes para un técnico. Por ejemplo, que aproximadamente el 70% de los tantos los hicieron entre Jackson (18) y Robinson (14) y que Romay se había desgastado en la lucha con Binelli, al igual que Iturriaga con Lanza y Villalta. Ambos quedaron con cuatro personales.

En la segunda parte, el Real Madrid afrontó el juego ofensivo con cojera porque Jackson no sólo no pudo tirar sino que apenas colaboraba en los movimientos. Martín y Robinson encontraron dificultades y Del Corral, nervioso, buscaba asegurar su primera canasta. Del Corral parece depender psicológicamente de su primera canasta; si encesta, agarra confianza y se lanza hacia el aro contrario con decisión, pero si falla sé pierde en titubeos; en la segunda parte, acertó y ayudó a mantener el ritmo, pero sin que se pudiera evitar que llegara el empate a falta de ocho minutos (70-70) y, sobre todo, la sensación de que habría que jugar un final a la italiana.

Así y todo, Iturriaga aguantó 18 minutos con cuatro personales y Martín entraba en la zona. Romay entró para dar 15 segundos de descanso a Robinson. Encestar resultada, cada minuto más difícil.

El conjunto parecía agonizar porque todos esperaban a Jackson y es de suponer que Lolo Sáinz más que nadie. "¡Siéntale!", gritaban desde la grada y su primera canasta aguardó hasta el minuto 38. Ya en la prórroga, con los colegiados más calmados, Jackson se normalizó y el Real Madrid pudo jugar sin cojera.

Por último, el Maccabi derrotó al TSSKA por 87-81.

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