El acuerdo de Derbi con Kawasaki completa la presencia de fabricantes japoneses de motocicletas en España

El acuerdo alcanzado recientemente entre la firma catalana Derbi-Rabassa, fabricante de motocicletas que han conquistado varias veces el campeonato mundial de baja cilindrada, y la compañía Kawasaki Heavy Industries supone completar prácticamente la presencia de los principales productores japoneses de este sector en España. El acuerdo suscrito con Derbi, que ha sido bien recibido por la Administración, se refiere únicamente a la importación y comercialización de motos de alta cilindrada de la firma japonesa en España, sin que se haya planteado la posibilidad de fabricación.

El acuerdo firmado es por tres años, y prevé inicialmente la importación en 1985 de 430 unidades de 900 cc y 600cc -estos en su versión de carretera y de trial- El número de motocicletas a importar durante 1986 y 1987 será revisado en función del comportamiento de las ventas durante el presente año. Según fuentes de la empresa catalana, Derbi pretende con este acuerdo complementar su gama, centrada únicamente en máquinas de 50cc a 250cc. Precisamente son las motocicletas de 50cc las que constituyen el principal volumen de ventas de Derbi Rabassa. Aproximadamente unas 60.000 unidades de esta cilindrada salen de sus factorías con destino al mercado interior, África y Latinoamérica. En 1983, Derbi-Rabassa tuvo unas ventas de 3.071 millones de pesetas (241 procedentes de la exportación), y los resultados provisionales de 1984 presentan un volumen de negocio de 3.290 millones, con unas ventas al exterior de 261 millones de pesetas.Las firmas japonesas consiguen de esta forma vencer uno de los últimos reductos que se oponían a su presencia prácticamente total en el mercado español. Derbi, junto con Moto Vespa y Lambretta, habían intentado articular hace meses una estrategia española de salvación para el grupo asturiano Avelló-Puch, con objeto de evitar que también esta firma fuera invadida por las marcas japonesas. Derbi había llegado a ofrecer a Avelló la posibilidad de fabricar partes de sus motocicletas así como la de utilizar motores de 75 cc para que pudieran ser utilizados por la compañía asturiana.

Este comité de salvación argumentó en aquel momento que la entrada de una nueva firma japonesa podía suponer una amenaza para el sector español y para el nivel de empleo. Ese intento -testimonial, más que otra cosa- no dio, sin embargo, resultado, y la firma Avelló-Puch llegó a un acuerdo de colaboración con la compañía japonesa Suzuki para la comercialización de escúteres y motocicletas de baja cilindrada de la firma nipona, al tiempo que Suzuki exportará a través de la empresa española unidades de alta cilindrada con destino al mercado europeo.

Exportar, como objetivo

Esta compañía japonesa tiene en estos momentos un acuerdo de colaboración tecnológica, firmado en diciembre de 1982, con Land Rover España, para la fabricación en nuestro país de un pequeño automóvil todo terreno, con el que espera obtener una importante penetración en el mercado europeo. El protocolo prevé que las tres cuartas partes de los componentes sean españoles, además de destinar a la exportación prácticamente el 85% de la producción.

Los japoneses han encontrado el terreno abonado a causa de la delicada situación por la que han atravesado muchos de los tradicionales fabricantes españoles del sector -a punto de desaparecer en algunos casos- Éste ha sido el caso, por ejemplo, de Yamaha, que junto con la Banca Garriga Nogués, perteneciente al grupo Banesto, se hicieron cargo hace un par de años de la antigua compañía Sanglas -antigua suministradora de las motos de la Guardia Civil de Tráfico- para fundar una sociedad (joint venture) al 50%, denominada Semsa, con una inversión de 1.000 millones de pesetas.

Semsa realizó el pasado año ventas por más de 3.000 millones de pesetas, destinando más del 25% de sus exportaciones a países europeos, como el Reino Unido o Suiza.

Otro caso similar es el de la compañía Montesa, que tras un período de euforia, espoleado por sus éxitos en el campo de la competición, atravesó por dificultades económicas importantes. Esta firma, también catalana, mantiene igualmente un acuerdo de colaboración con la japonesa Honda, para fabricar máquinas de 125 cc.