Un respiro para consolidar las inversiones de primeros de año

La última sesión del ciclo tuvo como característica fundamental la consolidación de las posiciones alcanzadas a lo largo de esta semana, a la que tal vez le ha sobrado alguna sesión, ya que es la primera que se ha celebrado completa tras el paréntesis de las fiestas navideñas. Estos cinco días dieron mucho de sí, y los inversionistas llegaron cansados a la sesión de cierre, por lo que sus comportamientos estuvieron algo faltos de sincronización. El resultado fue un mantenimiento del statu quo, con sus más y sus menos, pero que sirve para alcanzar descansados la próxima tanda.En cuanto a los sectores hay que destacar el comportamiento de Telefónica, que logró mantener el tipo y cierra en los cuatro mercados por encima de la par, manteniendo de este modo intactas las expectativas a medio plazo. Por otra parte, los valores eléctricos se mostraron algo más moderados que en la sesión anterior, o simplemente por temor a una nueva aparición de partidas vendedoras, sobre todo ahora que algunas de las ampliaciones de capital que están efectuando las compañías del sector están a punto de terminar. Aun así se mejoraron posiciones ante la insistencia del dinero, que al final de algunos corros se mostró excesivamente reservón. Los derechos de suscripción, sin embargo, salieron en general por debajo de su precio anterior, y mantuvieron una orientación alcista. Una excepción fueron los derechos de FECSA, valor muy solicitado por las compras a crédito en la reunión anterior, que se mantuvieron al alza desde el primer momento.

La contratación de los valores eléctricos está resultando particularmente alta en estos primeros momentos del ejercicio, llegando a ser en la sesión del jueves de casi el 50% del total negociado en acciones en el mercado madrileño. Asimismo, el crédito al mercado está teniendo en estos valores un apoyo fundamental. En la misma sesión, sobre un total de 425 millones de pesetas, casi 340 millones correspondieron a los títulos de las principales compañías eléctricas.

Como contraste, el sector bancario se encuentra muy apagado, registrando sus valores un escaso volumen de operaciones, y sólo en raras ocasiones el total contratado por el grupo se aproxima al negocio conseguido por los valores eléctricos. El saldo que ofrecía la caja de los siete grandes en la sesión de ayer, con ser insignificante, supuso un serio revés para estos valores. Aprovechando la buena disposición que mostraron en la sesión atnerior, recibieron una nueva andanada vendedora que acabó con sus esperanzas de recuperación, al menos a cortor plazo. Repeticiones y recortes de un entero fueron los resultados a los que se vieron abocados los principales valores del sector más poderosos del mercado.

El desinterés que se observa en general hacia los valores bancarios encuentra su polo opuesto en la pujanza de algunos valores industriales, entre los que cabe señalar a Zardoya-Otis y a La Unión y el Fenix, que consiguieron mejorar sus cotizaciones en 23 y 39 enteros respectivamente, algo con lo que actualmente muy pocos valores pueden soñar.

Los índices generales ofrecieron en sus variaciones un claro reflejo de lo que había sido la jornada: 10 centésimas de pérdida y 60 de beneficio fueron las diferencias extremas de una sesión que todavía sufría los efectos de la resaca de la fiesta del día anterior.