Ángela García de Paredes

Angela García de Paredes es una religiosa que no viste hábito desde hace años. "Noté que me separaba de la juventud". Ingresó en las franciscanas misioneras de María hace 30 años, y desde entonces ha trabajado como misionera en EEUU. Acaba de ser nombrada secretaria general del Pontificio Ateneo Antoniano de Roma, siendo la primera mujer que tiene acceso a un cargo semejante. Esta sevillana vivaz, que ronda la sesentena y habla cuatro idiomas, ha tenido tiempo de terminar Teología y escribir una tesina sobre el sentimiento religioso de la canción rociera. Ha logrado reunir más de 800 letras y concluye en su trabajo que el pueblo andaluz cree más en la Virgen que en Dios y que el tratamiento dado a Cristo es "muy pobre".

La hermana Ángela desciende de una elegida estirpe. Diego García de Paredes, su antepasado, fue uno de los adalides cristianos de la conquista de Granada, en 1492, y un hijo de éste se cuenta entre los primeros conquistadores del Nuevo Continente. Emulando a sus ancestros, Ángela García de Paredes también ha viajado a América y luchado, a su modo, por la implantación del catolicismo.Cuando viajaba a EE UU, en 1961, la hermana Ángela no iba muy contenta, ya que hubiera preferido una país clásico de misiones, en África o Asia, pero al llegar a su nuevo destino del barrio neoyorquino de Harlem se dio cuenta de que también allí había una gran tarea por realizar. Trabajó durante cuatro años con emigrantes en un barrio que califica de "muy pobre y muy dificil; en el que podías encontrar a un hombre muerto en la calle por la mañana".

De allí pasó a Boston, donde le encargaron la formación y dirección de una comunidad católica De las cinco o seis familias iniciales pasó en un año a contar con más de 600. Como sabía que en el área había otras sectas religiosas que intentaban captar adeptos, la hermana Ángela no dudó en emplear una peculiar estratagema: "Yo visitaba casa por casa y donde veía un apellido español, en el buzón tocaba el timbre y preguntaba no precisamente por aquella persona, sino por otra cualquiera; y me decían: "Mira, la hermanita habla español, pase, pase...".

Ángela García de Paredes afirma que sí, que efectivamente es muy emprendedora, y añade: "Además soy una gran organizadora, tengo un gran sentido práctico y mucha iniciativa".

En 1979 regresó a España para completar los estudios de Teología, que había iniciado en EE UU, y hacer la memoria de licenciatura. "Tenía varios temas en la cabeza para la tesina; uno era el de la ordenación de la mujer, porque yo estoy a favor de que la mujer pueda ser sacerdote, pero me decidí por la canción rociera, para conocer a través de la canción los sentimientos religiosos del pueblo andaluz". Removiendo Roma con Santiago logró reunir más de 800 canciones rocieras. Habló con gente como El Pali y Paco Alva, y en poco tiempo se hizo popular y mucha gente colaboraba con ella llevándole nuevas letras.

La hermana Ángela concluye en su trabajo que el pueblo andaluz cree sobre todo en la Virgen, "pero no como un personaje histórico, sino como una mujer que está aquí, entre nosotros". María es el reflejo de Dios, "ya que los andaluces creen más en la Virgen que en Dios, porque ella está más presente". Por el contrario, la figura de Jesucristo que se trasluce de la canción rociera es, para la religiosa, "muy pobre". "Sólo se habla de Cristo niño, siempre al lado de la Virgen, y esto lo recalco en mi trabajo".