Garaikoetxea insiste en la vía del diálogo en su último mensaje navideño como 'lendakari'

El lendakari en funciones, Carlos Garaikoetxea, abogó ayer por la necesidad de impulsar las vías de diálogo para erradicar la violencia en el País Vasco en su tradicional saludo navideño, que ayer tuvo sabor a despedida. En un mensaje cargado de nostalgia y emoción, el presidente del Gobierno vasco en funciones se dirigió a los ciudadanos de la comunidad autónoma en los siguientes términos: "Os recordaré especialmente en estos tres próximos años, en que hubiera deseado seguir sirviéndoos como lendakari". Garaikoetxea recibió ayer tarde a José Antonio Ardanza, candidato a lendakari, en Ajuria Enea, en una entrevista de dos horas en las que se hizo "un amplio intercambio de información sobre los recientes contactos políticos", según fuentes del Ejecutivo vasco.Garaikoetxea, que no ocultaba la sensación de derrota ante la imposibilidad de proseguir su mandato, si para ello debía acatar las directrices de la Ejecutiva de su partido, emanadas de la Asamblea Nacional, comenzó su discurso reiterando la justificación del fin de su gestión como presidente del Gobierno vasco: "Como sabéis, mi decisión de ser fiel a la palabra dada, a mis compromisos públicos, me impide continuar este mandato".

En el capítulo de agradecimientos figuraban, además de los ciudadanos que le han mostrado su testimonio de adhesión en los momentos más duros, sus colaboradores en las tareas de gobierno, entre los que citó expresamente al vicepresidente, Mario Fernández. El paro, la crisis económica, la violencia, el desarrollo estatutario y los avances en la implantación del euskera fueron los pilares básicos del balance de la gestión del Gobierno vasco desde 1980 que hizo el propio Carlos Garaikoetxea.

Tras insistir en la legitimidad de la lucha por el autogobierno "contra todo intento de desnaturalización", Carlos Garaikoetxea recordó que "nos vimos obligados a mantener una negociación tenaz sin caer en la tentación de presentar como buenos acuerdos que rebajaran o hipotecaran el alcance futuro de ese autogobierno". Reconoció, en ese sentido, que tenía puesta su esperanza en el nuevo equipo que le sustituirá en las tareas de gobierno. "Confío", dijo, "que quienes sigan gobernando Euskadi defenderán con igual firmeza nuestros derechos, aunque lluevan sobre ellos acusaciones de intransigencia o testarudez, pues sería mucho más grave ser acusados de claudicación por caer en la tentación de presentar logros ficticios o inmediatos que hipotecar el futuro del estatuto y del autogobierno".

Una mención especial a los intentos de negociación para erradicar la violencia en el País Vasco figuró en el discurso de Carlos Garaikoetxea. "La paz es posible. Es preciso darle una oportunidad desde todos los sectores afectados. Es preciso hablar. Una negociación es posible, y los propios partidos políticos pueden protagonizarla como interlocutores válidos si así lo desean y aceptan todos los implicados. Nuestro pueblo lo desea y lo exige", dijo.

El Gobierno vasco en funciones, por su parte, mostró su disgusto ante las entrevistas que está manteniendo José Antonio Ardanza con diferentes grupos políticos del País Vasco, sin haber celebrado ninguna reunión previa con Carlos Garaikoetxea. El portavoz señaló, en este sentido, que "lo correcto, lo normal, hasta lo evidente, es que hubiera celebrado una conversación previa con el actual lendakari, cosa que no se ha hecho". Fuentes de la Diputación de Guipúzcoa anunciaron, sin embargo, que José Antonio Ardanza y Carlos Garaikoetxea se entrevistarán en los próximos días.

Por otra parte, el alcalde de la localidad guipuzcoana de Azpeitia, Manuel Elías, presentó ayer su dimisión en solidaridad con el cese de Garaikoetxea como presidente del Gobierno vasco y por las últimas actuaciones del Consejo Nacional del PNV. Por su parte, Josu Jon Imaz, dirigente de las juventudes nacionalistas, calificó ayer en una reunión gastronómica celebrada en Beasain (Guipúzcoa) de "vergonzoso" el espectáculo del PNY en las últimas semanas. En el apto, cerrado con gritos de "independencia", el presidente del PNY, Román Sudupe anunció que este partido "tiene que servir para liberar esta patria que es Euskadi".