Pertini asistirá hoy al funeral por las víctimas del atentado contra el tren Nápoles-Milán

Los funerales por las víctimas del atentado del domingo contra el tren Nápoles-Milán se celebrarán hoy en Bolonia, a las diez de la mañana, en presencia del presidente de la República, Sandro Pertini, y el Gobierno en pleno. El alcalde, Renzo Imbeni (comunista), pronunciará posteriormente un discurso, en el que recordará a todas las víctimas del terrorismo nazi-fascista en Bolonia y su zona en los últimos 10 años.

El presidente del Gobierno, el socialista Bettino Craxi, hablará en el debate que comenzará a las cinco de la tarde en el Senado sobre el salvaje atentado. El ministro del Interior, Oscar Luigi Scalfaro, intervendrá en un debate semejante que comenzará a las seis de la tarde en la Cámara baja. Mientras tanto, siguen a ritmo acelerado las investigaciones judiciales y policiales en Nápoles, Roma, Florencia y Bolonia, los lugares por donde pasó, y paró, el tren de la muerte. La policía ha registrado hasta ahora 80 domicilios de conocidos miembros de la extrema derecha, aunque sin éxito.

Tras la primera foto robot publicada en Bolonia por la policía, ayer se estaba preparando una segunda, teniendo en cuenta nuevas declaraciones de algunos viajeros que escaparon de la muerte. Tanto los magistrados de Florencia como los de Bolonia están convencidos de que en este atentado han actuado, como siempre en aquella zona, las células subversivas neofascistas y, por el momento, siguen prioritariamente esta pista.

Los jueces de Florencia, sin embargo, declararon ayer que no se excluye que el atentado pueda estar relacionado con la larga investigación que se estaba desarrollando entre los movimientos neofascistas de Florencia acerca de todos los atentados contra trenes realizados en los últimos años en esta zona. Al parecer, los jueces estaban a punto de incriminar de nuevo al dirigente de la extrema derecha Mario Tuti, jefe de la célula fascista florentina, que ya había asesinado a dos policías de Empoli. El movimiento neofascista Orden Nuevo es "totalmente ajeno" al atentado, según manifestó ayer Salvatore Prancia, dirigente de la organización.

Fuentes gubernamentales tampoco excluyen la pista internacional. Se habla del grupo Jihad Islámica (Guerra Santa Islámica), el mismo que efectuó en Beirut los atentados contra los cuarteles generales francés y norteamericano de la Fuerza Multinacional.

Otros sectores, entre los que destacan el partido de la nueva izquierda Democracia Proletaria, han definido el atentado como una "matanza de Estado" al achacarlo a los servicios secretos y a algunos cuerpos separados del Estado, lo que ha sido calificado por Craxi como "fantasía enfermiza".

La rabia de Pertini

Todo el mundo ha agradecido, y difícilmente olvidará, las imágenes del anciano Sandro Pertini, que con los puños cerrados, como si estuviese dando puñetazos a un enemigo invisible, y con la cara empapada de lágrimas gritaba a su llegada a Bolonia: "Basta de seguir cantando victoria como si hubiésemos vencido el terrorismo". Y después, con tremenda rabia, dirigiéndose al ministro del Interior y a los generales que le rodeaban, sin saludar a ninguno de ellos, preguntó: "¿Dónde está Craxi? Es la tercera vez que vengo a Bolonia por estos motivos. El pueblo italiano tiene derecho a ser defendido".

La impresión general es que el atentado persigue impedir que crezca la democracia en este pais y empujarlo, hacia una política autoritaria y conservadora. Por eso no se excluye que en el atentado pueda estar presente la Mafia.