El partido éanista se presentará a las próximas elecciones portuguesas

El partido político constituido por los impulsores de la candidatura presidencial del general Ramalho Eanes en 1983 se presentará a las próximas elecciones legislativas portuguesas, a pesar de no contar aún con nombre, programa, o siquiera dirigentes.

Los miembros de la actual comisión organizadora, entre los que destacan el director del semanario O Jornal, José Carlos Vasconcelos, y el ingeniero Herminio Martinho, prefieren que les llamen animadores o dinamizadores del movimiento eanista. Pero la nueva formación anunció el pasado fin de semana que está "preparada para todo tipo de eventualidad y para participar en los próximos comicios, cualquiera que sea la fecha de su realización", o sea, en 1987, término legal de la actual legislatura, o antes, en 1985, si la situación política portuguesa sigue deteriorándose.El comunicado divulgado después de la reunión nacional celebrada el sábado en Lisboa indica que el proyecto del nuevo partido "privilegia los valores éticos del patrimonio, de la dignidad, seriedad y competencia, en defensa de una auténtica democracia política, económica, social y cultural".

Acusado de cultivar deliberadamente la indefinición ideológica para unir a todos los descontentos en un movimiento que critica el funcionamiento y estilo de acción de los actuales partidos, Herminio Martinho se defiende afirmando que los portugueses están hartos de discusiones ideológicas estériles, que sirven de pretexto y de disculpa para posponer indefinidamente las medidas necesarias.

Los partidos gubernamentales, y en particular el Partido Socialista portugués, reconocen que, en democracia, es siempre legítima la creación de una nueva fuerza política, pero acusan al presidente Eanes de .abusar de sus funciones de jefe de Estado", utilizando su posición para fomentar "desde arriba" un movimiento de oposición a la actual mayoría parlamentaria.

Hacía años que en Portugal se hablaba del partido eanista o presidencialista, pero hasta la fecha los estados mayores de las formaciones existentes habían ridiculizado el proyecto, pues consideraban que no existía espacio para una nueva formación, y que el general Eanes era "demasiado indeciso" para, lanzarse a semejante aventura.