Los bancos deniegan pocas peticiones de créditos en los últimos meses del año
La proximidad del cierre del ejercicio, fecha tradicional en la que las entidades financieras refuerzan sus cifras globales de balance, y la atonía con que se han movido a lo largo del año los valores de inversión hacen que en los dos últimos meses la demanda de crédito aceptada por los bancos venga presentando cifras positivas, rompiendo la tendencia negativa anterior. Como muestra de los deseos de aumentar la inversión bancaria puede destacarse el crédito sindicado de Sevillana de Electricidad, que puede alcanzar una cifra récord de concesión a una empresa privada. El nuevo acuerdo de rebaja de la remuneración del pasivo decidido por los consejeros delegados de los grandes bancos será operativo a partir del próximo año.
Los datos del Banco de España sobre volumen de la inversión bancaria y las encuestas realizadas por el Banco de Bilbao muestran un ligero crecimiento en la demanda de crédito privado en los dos últimos meses que aumentará, como lo hace todos los años, en diciembre, destacando el creciente papel que juegan los grandes bancos nacionales que durante los meses anteriores de este año realizaron una fuerte desinversión.Las encuestas manejadas muestran que la cifra de denegaciones de créditos del sector privado -empresas y particulares- han decrecido de forma importante, lo que puede significar, según algunos analistas, la necesidad imperiosa de algunas instituciones por proceder a conceder préstamos antes de que se cierre el ejercicio y poder presentar unas cuentas algo mejores de las actuales.
En otros medios se señala, no obstante, que es en parte lógico que disminuyan las denegaciones de créditos si se tiene en cuenta la recuperación que vienen teniendo las empresas privadas españolas, cuyos excedentes aumentan desde hace un par de años al menos.
Esta visión de la realidad económica actual se centraría en el hecho de que una parte de las empresas españolas, que los bancos y cajas de ahorro venían calificando como morosos y fallidos, deben empezar a reclasificarse como clientes normales al haber recompuesto sus cuentas de resultados y satisfacer una parte de sus deudas con las instituciones financieras.
La necesidad de proceder a una fuerte inversión por parte de algunos bancos nacionales que han mantenido importantes cantidades de dinero en los mercados monetarios o prestadas al Estado es algo evidente en los dos últimos meses.
Éxito de Sevillana
Las operaciones de créditos sindicados que se han organizado han supuesto una verdadera lucha por parte de algunas instituciones por lograr quedarse con una parte creciente del volumen total concedido.En la actualidad, Sevillana de Electricidad ha dado mandato de sindicación por 10.000 millones de pesetas al Banco de Vizcaya y la operación, que se firma el próximo miércoles, cuenta ya con peticiones de participación superiores a los 43.000 millones de pesetas. La empresa Seat dará mandato de sindicación para un préstamo por valor de 20.000 millones de pesetas.
La baja de los tipos de interés de las emisiones del Estado, especialmente los pagarés del Tesoro, ha hecho que los bancos españoles se replanteen el papel de prestadores que habían adoptado en el último ejercicio.
Mientras que a principios del año se decidieron a prestar una parte creciente de sus recursos captados al Estado, que los retribuía a unos tipos de interés suficientes, en la actualidad consideran que la remuneración que el Tesoro ofrece es cada vez más escasa, y tratan de asegurar sus resultados del año próximo acudiendo a operaciones con compañías de solvencia o con la garantía del Estado, y que negocian con unas condiciones mejores para los bancos.
Esta baja de tipos, anunciada por el Gobernador del Banco de España el pasado 5 de septiembre en la reunión que mantuvo con los presidentes de los grandes bancos, y repetidas en numerosas ocasiones cada vez que han mantenido algún tipo de contacto con ellos, ha hecho que se replantee toda la estrategia de las entidades financieras.
El acuerdo alcanzado el miércoles entre los consejeros delegados de los ocho grandes bancos de reducir la remuneración del pasivo de nuevo a partir del primer día del próximo año es consecuencia de ello. 1985 será un año de tipos de bajos y cuanto antes se tome conciencia de ello mejor, se opina en medios financieros. Tipos bajos tanto en el pasivo como en el activo de los balances.
Mientras que los precios de activo han caído realmente en la última parte del año, como efecto de la baja de los preferenciales de los bancos, los costes de pasivo siguen siendo altos, a pesar del pacto convenido en septiembre, aunque se haya cumplido en buena parte. Así, la decisión de propiciar una nueva baja servirá -se opina en algunos medios- para que al menos se cumpla bastante a rajatabla el primero de los acuerdos.
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