El Maccabi, un club de baloncesto muy particular
El Real Madrid juega hoy ante el Maccabi de Tel Aviv (19.30, hora peninsular) su segundo encuentro de la fase final de la Copa de Europa de baloncesto. Lo hará casi convencido de que la derrota es irremediable, de que ha de luchar contra la más sólida institución deportiva de Israel, potenciada a base de dólares con dos grandes jugadores norteamericanos y favorita este año de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), que ha puesto la final cerca de Tel Aviv en Atenas.
El Maccabi se ha convertido en la única institución unánimemente aceptada en Israel. Su actividad despierta más entusiasmo que la propia selección nacional, por el mero hecho de que el Maccabi ha sido el único grupo deportivo del país que ha alcanzado éxitos internacionales. Es frecuente que en el palco del Yad Eliyahu Estadium, con capacidad para 10.000 espectadores, y que ha inspirado a los arquitectos del nuevo pabellón del Real Madrid, haya siempre un lugar reservado para el primer ministro israelí.En sus filas se cuentan desde Leivobitz, el internacional más veterano, de la edad de Brabender (40 años), hasta Zashmin, la gran promesa, pasando por los inevitables Aroesti, Perry y Silver, pero sobre todos ellos, Vercovitz, el mejor deportista que ha tenido el reciente Estado de Israel.
Vercovitz es caso aparte. Un jugador ofensivamente brillante, con tarjeta de frívolo, pero un hombre inteligente dentro y fuera del campo. Siempre fue el número uno, y su amistad con Corbalán sirvió para que mantuviera la esperanza durante años de que algún día pudiera cumplir uno de sus sueños deportivos: jugar en el Real Madrid. Ya no será posible a sus 30 años, pero disfruta de un generoso contrato de 90.000 dólares anuales (14 millones de pesetas), excelente si se cuenta la inflación que acosa a Israel desde su expedición de castigo a Líbano.
Los dos últimos años habían significado una decaída aparentemente irreversible del club, que ya no podía acceder, como es su principal objetivo, a la final de la Copa de Europa. La solución llegó camino de los dólares, encontrados a fuerza de apoyo gubernamental, y que han supuesto el fichaje de dos de los pivots más buscados en Europa: Kevin Magee y Lee Johnson.
Una versión oficial cifró la doble compra en 160.000 dólares, pero voces más autorizadas amplían el gasto hasta casi 300.000 dólares (unos 60 millones de pesetas). Los dos están considerados como dos fuerzas de la naturaleza.
Magee es de sobra conocido en España por su triunfal y breve presencia en el CAI Zaragoza. Magee juega en el Campeonato de Liga, mientras Johnson está reservado sólo para la Copa de Europa. Magee ha alcanzado una media de 35 puntos y 15 rebotes por partido, y Johnson fue elegido el pasado año el mejor norteamericano en Italia.
Copa Korac
El Licor 43 venció ayer en Tel Aviv al Hapoel por 90-92 (4544) en su segundo partido en la Copa Korac. Los pupilos de Maneis Comas tuvieron ventaja casi durante todo el partido. A falta de 1.30, el marcador señalaba un 79-88 para el Licor 43, pero el colegiado griego pitó dos faltas seguidas a Philips, una de ellas técnica que significaba su expulsión, y complicó el final.Hapoel: 14 personales. 32 rebotes. Ofir, 8; Shavit, 0; Dalzell, 12; Zlotikman, 42; Huston, 22; Kaski, 4; Leivobitz, 10, y Amisha, 0.
Licor 43: 15 personales. 31 rebotes. Pera, 10; Freixanet, 23; Dikema, 23; Philip, 23; Vou, 4, y Cuesta, 9.
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