El asesinato de 10 canacos, "un acto de desesperación".

Maurice Mitride, de 50 años, uno de los ocho individuos buscados por la policía de Nueva Caledonia por el asesinato de 10 independentistas canacos (melanesios) el pasado miércoles en Hienghene, en la costa este de la isla, se entregó ayer a una patrulla de gendarmes tras pasar cuatro días escondido entre matorrales y sin comida. Mitride, un granjero caldoche (europeo) según France Presse, y mestizo según Reuter, explicó el crimen como "un acto de desesperación debido al sentimiento de desamparo". El tiroteo de Hienghene fue presentado por algunos caldoches como un acto de legítima defensa tras el incendio de una granja. Los canacos manifestaron, por su parte, que los 10 independentistas fueron asesinados a sangre fría en una emboscada. En la fotografía de la izquierda, un momento del entierro de las víctimas, el pasado sábado, acto en el que varios asistentes tomaron la palabra para asegurar que la causa de los fallecidos era justa y que su sacrificio no ha sido en vano. En la otra imagen, la hija de uno de los canacos asesinados llora en los brazos de su madre.