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Canción para Navidad entre paréntesis y puntos suspensivos

No era difícil, al comienzo de la sesión de ayer, encontrar caras de tango en muchos operadores, posiblemente porque recordaban aquello de "cuesta abajo en la rodada, las ilusiones pasadas". Pero la bolsa se portó mejor de lo que algunos esperaban y, a pesar de que continuó el descenso, el ambiente se mostraba más contenido que en jornadas anteriores.La situación, sin embargo, no se ha modificado sustancialmente y los mismos males que aquejaban días atrás a la bolsa prosiguen estando presentes en el parqué. Quizá lo único novedoso consista en las diferentes interpretaciones sobre el ciclo que tiene el mercado ante el cambio de año.

No es un secreto para nadie que el análisis técnico siempre da pie a diferentes interpretaciones, y algún experto analiza la situación de manera bastante alarmista, apostando por un descenso continuado hasta la cota del 132%, y con una situación general desfavorable hasta mediados del próximo mes de enero. Si esto sucede así, sería una buena noticia para aquellos que están jugando a la baja.

Pero ayer ya se vieron algunos tímidos posicionamientos de otros operadores que, sin echar las campanas al vuelo, opinan que el bache actual se habrá resuelto en unas cuantas jornadas más. El punto de atracción para estos expertos ha sido el sector eléctrico, ya que consideran que con unas rentabilidades en tomo al 16% o 17%, más la posibilidad de acogerse a la desgravación fiscal, estos valores pueden hacer frente a la competencia de otros activos de renta fija que están apareciendo en el mercado en estos últimos días del año.

Los más escépticos, sin embargo, ven las cosas de otra manera. Juzgan que precisamente la avalancha de emisiones de renta fija, junto a las ampliaciones de capital previstas o en marcha, originará un importante drenaje de dinero para la renta variable. Paralelamente, dicen, el sistema monetario tiende a sufrir tensiones de liquidez en las fechas navideñas, lo que tampoco ayudará a variar el rumbo actual. También apoyan sus argumentos en que tradicionalmente esta época del año ha sido bajista.

Hace unos días, precisamente, un analista señalaba casi todo lo contrario, aunque el resultado viene a incidir en ese diagnóstico: hay mucha liquidez, pero ese dinero que está buscando posiciones no ha venido a la bolsa y ya está pasando demasiado tiempo para que el efectivo se muestre tan ocioso. ¿Dónde se ha colocado? Las lenguas viperinas, que nunca duermen, admiten la posibilidad de que una parte haya elegido otros aires inversores, en busca de riesgos allende el Atlántico, y comentaban que la evolución de Wall Street va a dar un disgusto a esos viajeros.

Volviendo a Madrid, ayer comenzó la ampliación de Unión-Fenosa, en la proporción de una acción nueva por cada seis antiguas, al 50%. La sociedad dejó el derecho y 1,92 enteros en el primer día de la operación, que se desarrollará hasta el próximo 5 de enero.

A pesar de todas las especulaciones posibles, parece inevitable aguardar a la prueba del 137,69% para comprobar si en esa cota se establece un apoyo que permita iniciar la recuperación o si, por el contrario, se confirma un cambio de tendencia que casi nadie quiere admitir en estos momentos.

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