Los partidarios de Garaikoetxea piden que la crisis del PNV sea debatida previamente en las bases

Un sector de delegados guipuzcoanos alineados con el lendakari en el debate que se registra actualmente en el PNV anunció ayer su oposición a votar en la asamblea del partido cualquier cuestión que se relacione con la crisis interna de la formación nacionalista, a no ser que antes haya sido debatida en las asambleas locales y provinciales. La asamblea del Partido Nacionalista Vasco se inició ayer en Artea (Vizcaya) en un ambiente "alejado de toda crispación", según arírmó el portavoz del Consejo Nacional, órgano ejecutivo del partido, Xabier Aguirre. La reunión había sido convocada para abordar dos únicos puntos: la situación política general del País Vasco y la crisis interna que afecta al partido nacionalista.

La reunión de la asamblea, iniciada a las cuatro de la tarde, continuaba a última hora de la noche y no se preveía su final hasta primeras horas de la madrugada de hoy. El PNV ha registrado en los últimos meses fuertes enfrentamientos entre el sector encabezado por el presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, y el Consejo Nacional del partido, que preside Román Sudupe. Este enfrentamiento se ha reflejado principalmente en el desarrollo de la ley de Territorios Históricos, que reparte las competencias entre las diputaciones vascas y el Ejecutivo autónomo.Según adelantó Aguirre, fue Emilio Guevara, ex presidente de la Diputación de Álava y principal impulsor de la convocatoria de la asamblea, quien introdujo el debate sobre la situación política en Euskadi.

El presidente y vicepresidente del gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea y Marlo Fernández intervinieron para explicar la oferta de pacto de legislatura realizada por el PSOE.

A última hora, la hipótesis que parecía mas verosímil era considerar la reunión de anoche como punto de partida para un nuevo proceso asambleario, iniciado con la transmisión a las bases del contenido de los debates de ayer. Todo ello culminaría luego en una asamblea decisoria.

La sesión de ayer viene precedida por significativos movimientos en la base del partido, que han vuelto a poner de manifiesto la tendencia de la crisis a sustanciarse como una pugna entre lealtades contrapuestas: o con Xavier Arzallus (ex presidente del partido, que apoya a su sucesor, Sudupe) o con Garaikoetxea. Tras el movimiento asambleario en Guipúzcoa, convertido casi en un plebiscito pro Garaikoetxea, el aparato ha elegido Vizcaya para contraatacar.

El viernes se celebró una asamblea local en la junta de Abando (Bilbao), que, con sus 1.500 afiliados, es la organización local más importante de todo el partido. Los resultados son altamente significativos de la situación actual.

Por una parte, se pasó a votación un documento elaborado por el Consejo Nacional del PNV, que obtuvo la adhesión abrumadoradamente mayoritaria. Pero, por otra, se votó un texto presentado por Xabier Zubiri, que encabezó la lista a favor de Garaikoetxea en las últimas elecciones internas, en el que se planteaba sencillamente si se mantenía o no la resolución de la asamblea de Zarauz en la que el lendakari obtuvo el casi unánime refrendo respecto a su interpretación de la ley de Territorios Históricos. El texto de Zubiri fue derrotado, pero tan sólo por 15 votos de diferencia.