'El prisionero de Zenda', la mejor versión
El prisionero de Zenda, de John Cromwell, fue la tercera versión cinematográfica de la novela de Anthony Hope, la mejor de todas según los historiadores norteamericanos. Las adaptaciones mudas de 1913 y 1922 no ofrecieron, a su juicio, el esplendor de la que en 1937 dirigió John Cromwell; la posterior versión de 1952, dirigida por Richard Thorpe, no fue más que un calco de la que hoy se emite, protagonizada por Ronald Corman.En torno a este actor proliferaron los elogios. Entusiasmó tanto Colman en su doble encarnación del elegante Rassendyll y del rey Rudolph, que algunos críticos reprocharon al productor SeIznick que no contara con él para el principal papel de Rebeca, que poco después dirigió Hitchcock, pero las razones del cambio de actor parecían indiscutibles: Colman había subido sus honorarios a las alturas.
El cuento que la película ofrece tiene el encanto de los tebeos de aventuras. Secuestrado el monarca del imaginario país de Ruritania la víspera de su coronación, debe ser sustituido por un doble, quien con tanto celo encarna su impostura que acaba enamorado de la prometida del rey. El sacrificio final da a la historia el punto melodramático necesario que alterna con la trepidante acción anterior. De ella destaca la secuencia del duelo entre Colman y Fairbanks, hijo, aunque el esplendor del filme gira en torno a la secuencia de la coronación. A destacar en el reparto a Madeleine Carroll, Mary Astor, Raymond Massey y David Niven.
El prisionero de Zenda se emite a las 16.05 por la primera cadena.
