Los accidentes de autobús
El día 31 de octubre se disponían a salir de excursión 60 niños y niñas del colegio Siglo XXI, para realizar en el campo, a 100 kilómetros de Madrid, prácticas de Ciencias Naturales. Antes de iniciar el viaje pude comprobar que las ruedas delanteras del autocar tenían un gran desgaste en el dibujo y que la banda exterior estaba lisa y con pequeñas incisiones en la goma.La noticia del accidente múltiple en el que participó un autocar, costando la vida a 13 personas, me alteró. Tuve la sensación de que mi hijo, sus compañeros y los profes eran utilizados como conejillos de Indias. La intranquilidad me asaltó y pensé: "Máximo beneficio, mínimo gasto = ruedas desgastadas + 12 horas al volante = peligro". Decidí llamar a la Policía Municipal, que acudió solícita. En los comentarios que iban surgiendo, la evidencia de que esas ruedas no pisaban firme era general, pero la competencia para determinar el grado de adherencia al suelo era de la Guardia Civil de Tráfico. De su competencia era, sin embargo, comprobar si la documentación estaba en regla, pero he aquí que nos quedamos todos con la curiosidad de si había o no pasado la última revisión, pues la documentación no la portaba.
Desde nuestra experiencia, que no es la primera ni será la última, pedimos a los padres, en particular a los que se encuentren en la misma circunstancia, que no dejen pasar ni una en cuanto a la seguridad de sus hijos que van a viajar en autobús, y a los usuarios en general.
Mientras tanto, estamos esperando que se aplique la nueva legislación desde el punto de vista de la seguridad, y que ésta sea suficiente y no se vea desbordada por la picaresca del negocio.-
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