Una larga serie de atentados y asesinatos
Los atentados contra Herri Batasuna (Unidad Popular) comienzan en 1979, limitados en principio a sus sedes pero seguidos poco después por el asesinato de sus miembros o simpatizantes. Durante 1980 la violencia alcanza su grado máximo, y se producen varios atentados que son reivindicados por organizaciones de extrema derecha como la Triple A o el Batallón Vasco Español.El primero de ellos ocurre el 13 de marzo de 1979. Una bomba causó desperfectos en el taller mecánico propiedad del alcalde de la localidad guipuzcoana de Oyarzun, Iñaki Aristizábal, de HB. El 13 de mayo es tiroteada la sede de HB en Pamplona, y nueve días más tarde fue incendiado en San Juan de Luz el coche del entonces diputado de la coalición Telesforo Monzón.
Una explosión, que más tarde se atribuyó el Batallón Vasco Español, causó daños considerables en la sede central de HB, en Bilbao, el 4 de agosto. El 24 de septiembre, el alcalde de Hernani, Juan José Uría, militante de la coalición abertzale, fue objeto de un atentado frustrado, al no llegar a estallar un artefacto con cinco kilos de Goma 2 depositado debajo de su coche.
El 28 de ese mismo mes Tomás Alba, concejal de la coalición en el Ayuntamiento de San Sebastián, fue asesinado a tiros cuando regresaba a su domicilio. Alba se había convertido en una de las figuras más controvertidas de la política guipuzcoana al no aceptar su destitución, decidida por la comisión de control de HB.
Un nuevo asesinato ocurrió en la localidad guipuzcoana de Lezo, el 16 de enero de 1980. La víctima, también tiroteada a la puerta de su casa, fue Carlos Daldise, simpatizante de HB. El atentado fue reivindicado por unos autodenominados Grupos Armados Españoles (GAE). El 28 de marzo, un matrimonio vasco, militante de HB, sufrió heridas muy graves al estallar una bomba en el momento en que ponía en marcha su automóvil. El Batallón Vasco Español se atribuyó la acción. La misma organización se hizo responsable del asesinato de otro simpatizante de HB, Felipe Sagarna, muerto en Hernani de dos tiros en la sien el 19 de abril.
Un funcionario del ayuntamiento vizcaíno de Amorebieta, José Pablo García, a quien se consideraba votante de HB, fue asesinado de cuatro disparos cuando salía de su casa, el 19 de junio. Cuatro días más tarde, dos personas -una de ellas una mujer embarazada de ocho meses- fallecieron al estallar una bomba en la puerta de una guardería-ikastola infantil, propiedad de un militante de HB. Otros dos simpatizantes de la coalición, Miguel María Arbelaiz y Luis María Elizondo, fueron muertos a tiros el 7 de agosto -siempre de 1980- en San Sebastián. El 30 de ese mismo mes, otro simpatizante de HB, que ya había sido víctima de un atentado, fue asesinado en Ondárroa. También se atribuyó a móviles políticos el asesinato en Caracas de Jokin Alfonso Etxeberría, dirigente de la coalición abertzale, y de su esposa.
Durante los años siguientes decrece la ola de atentados y muertes, aunque miembros de HB recibieron paquetes-bomba, que fueron desactivados, y sedes de la coalición sufrieron atentados.
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