Iniciadas diligencias judiciales contra los policías acusados de desacato por el juez López Barja de Quiroga

El titular del Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid ha iniciado diligencias contra varios policías nacionales para la averiguación de los presuntos delitos de desacato y desobediencia a la autoridad judicial denunciados por el magistrado Jacobo López Barja de Quiroga. El juez trató de evitar supuestos malos tratos policiales a un detenido e hizo valer su condición de titular del Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid, pero, según el juez y denunciante, fue desobedecido por los funcionarios. La versión policial niega estos hechos y acusa al magistrado de "vapulear" a uno de los agentes.

El juez López Barja de Quiroga, conocido por ser el instructor del sumario abierto por el incendio de la discoteca Alcalá 20, denunció el pasado viernes ante el juzgado de guardia de Madrid -ese día el número 25 de los de instrucción- los delitos de desacato y desobediencia de los que había sido objeto por parte de varios policías nacionales a partir de las 17.15 horas en la calle de Agustín de Foxá. Según el denunciante, uno de los funcionarios golpeó con su metralleta a un joven que se encontraba en el suelo, sin oponer resistencia, por lo que se decidió a intervenir.De acuerdo con la propia versión del magistrado, se dirigió al policía nacional y, tras identificarse como juez de Madrid, exigió al policía que se identificara, a lo que éste se negó y dijo al magistrado que se callara o le detendría también. Poco después apareció un cabo primero del mismo cuerpo, ante quien el magistrado se identificó y le pidió el nombre del otro policía. Ante su negativa, advirtió al cabo que estaba desobedeciendo y que, de persistir en su actitud, podría acabar durmiendo en el cuartel.

La denuncia recoge la llegada de otro policía que dio una bofetada al joven detenido, ante lo cual el magistrado pidió también la identificación de este funcionario, a lo que el cabo 19 negó. Un cuarto policía nacional acercó una pistola a la cara del magistrado y, siempre según la denuncia judicial, le dijo "¿qué le parecería si le ponen esto en la sién?", ante lo cual el magistrado apartó el arma.

Fuentes policiales oficiosas ofrecieron ayer una versión de los hechos radicalmente diferente de la anterior. En principio, aseguraron a este periódico que no deseaban dar difusión al incidente ocurrido el viernes, pero que ante la "filtración" producida a la Prensa querían que se conociera la verdad de lo ocurrido, avalada por 11 testigos. Las fuentes citadas aseguraron que no se produjo ninguna incorrección policial.

El joven, que al parecer había amenazado con un arma a los dueños y un cliente de una videoteca del barrio de Chamartín, estaba sangrando por la cabeza y la boca. Según esta versión, las heridas del detenido, Fidel Rodríguez Pozo, se las produjo el dueño de un establecimiento al que pretendió atracar y otras dos personas que le ayudaron a reducirle hasta llegar la policía.

Los agentes de un coche patrulla, que fue alertado del intento de atraco, se presentaron en el local, esposaron al joven, y cuando iba a ser conducido en el coche policial a la casa de socorro, el presunto delincuente dio un codazo a un agente y salió corriendo hacia la plaza de Castilla, pero resbaló y pudo ser interceptado en la calle Agustí de Foxá por un cabo primero de la policía, que sujetó al joven contra el suelo y apoyó en él un subfusil.

El magistrado pidió que los policías nacionales se pusieran a sus órdenes y les mostró un carné "colocándoselo tan cerca de la cara que no podían verlo", por lo que le pidieron que se lo mostrase de forma que pudieran leerlo. Según esta versión, el magistrado cogió entonces a uno de los agentes y "le vapuleó", mientras unas cien personas llamaban "cabrón" e "hijo de puta" al magistrado. Este ordenó que se detuviera a las personas que le insultaban y poco después abandonó el lugar en su coche "de forma temeraria, no atropellando a algunas de las personas por muy poco", agregó la fuente policial.