Dos atletas de la carrera popular femenina acabaron el domingo en La Paz
En la carrera popular femenina del domingo, que se celebró paralelamente al Campeonato Mundial de 10 kilómetros en ruta, dos corredoras acabaron en la residencia sanitaria La Paz. Ambas llegaron con síntomas de agotamiento. Uno de los casos fue debido a correr con un ritmo superior a sus posibilidades; otro, a falta de entrenamiento.
Una de las corredoras permaneció cinco horas en la sala de recuperación de urgencias de La Paz. "Claro que pensé en el corredor francés que murió en la maratón de Nueva York hace unas semanas. Me reconfortaba saber que hasta ahora ninguna mujer ha muerto corriendo. No iba a ser yo la primera", dijo la corredora, que lleva años corriendo y es asidua en cuantas pruebas populares se celebran.Su ritmo normal de carrera es le algo más de cinco minutos por kilómetro. El domingo corrió más rápido. Iba a acabar en menos de 50 minutos. "Me sorprendió pasar compañeras que, normalmente, entran siempre delante de mí. Pero no encontraba perfectamente" dice, "hasta que llegué al kilómero 8. Algo explotó dentro de mí. Se me nubló la vista y caí al suelo como un trapo. Miembros de Protección Civil me recogieron y me trasladaron a La Paz. Recuerdo que vomité, que sudé muchísimo, que me sacaron sangre y me pusieron suero. Nadie de la organización de la carrera vino a verme".
El equipo médico que la atendió, formado por Miguel Mendo a, José Mostaza, José Carlos Medraño y Francisco Jiménez, encontró en la corredora una reacción vegetativa, que es la que regula los mecanismos de defensa: La reacción se pone en marcha como aviso de que, si se prosigue el esfuerzo, pueden ocurrir males mayores".
La otra corredora, que fue atendida por el mismo equipo médico, ue trasladada a La Paz tras haber erminado la carrera. Presentaba ¡olor de cabeza, por dilatación de los vasos sanguíneos, otra forma en la que se muestra el agotamiento, que en su caso llegó por haber corrido sin el suficiente entrenamiento.
