Normalidad en Nueva Delhi mientras la India lamenta la pérdida de turistas
La universidad de Nueva Delhi y la mayoría de las escuelas de la India tenían prevista su reapertura hoy, lunes, tras 12 días de cierre y luto oficial desde el asesinato de Indira Gandhi. Pero la normalidad no podrá ser completa todavía en la vida estudiantil ni tampoco en el resto de las actividades ordinarias de la capital. Algunas instalaciones escolares han sido utilizadas como centros de refugiados sijs. Han de desinfectarse y repararse una vez evacuados sus últimos inquilinos. El riesgo de infecciones y epidemias es mayor entre los niños. El turismo ha sido otra de las víctimas de los asesinos de Indira Gandhi.
El toque de queda afecta también a los horarios vespertinos y, por supuesto, impide las clases nocturnas. La medida restrictiva entra en vigor cada día a las 11 de la noche y los desplazamientos a lugares alejados del trabajo o del estudio deben realizarse con notable antelación.Esto ha acabado con la vida nocturna de Nueva Delhi. No hay restaurantes que sirvan cenas a partir de las ocho de la tarde. Y muchos ni siquiera abren después de las comidas de mediodía. El turismo ha desaparecido casi por completo y las calles tan animadas de Nueva-Delhi tienen sus anuncios luminosos apagados.
Es la tragedia de cara al exterior: apenas iniciada la temporada turística, que alcanza sus niveles máximos de noviembre a marzo, cuando la temperatura es suave y no hay lluvias monzónicas, el asesinato de la primera ministra y la ola de violencia que le siguió conmocionaron el mundo. Y, lo que es peor, lo asustaron.
El efecto inmediato ha sido, según fuentes fidedignas, que el 70% de las reservas firmes de grupos turísticos en los próximos meses ha sido cancelado. A uno de los cuatro grandes operadores las pérdidas de los días de luto oficial le han supuesto más de medio millón de dólares (más de 80 millones de pesetas). Nadie quiere morir en unas vacaciones de placer, ni ser sometido a toque de queda, ni quedarse sin cenar o sin tomar el avión por esta parálisis de la ciudad.
Anulaciones desde España
Pronto se conocerán las cifras globales de estas pérdidas en un sector, el turístico, que trae al país 1.000 millones de dólares al año. Británicos y norteamericanos, los primeros clientes en importancia, desaconsejan unas vacaciones en la India mientras la situación no se normalice del todo. Y los europeos tampoco desean más peligros en su viaje que el de ver bailar desde el jardín del hotel a la serpiente encantada por la flauta mágica.Prácticamente todos los viajes un grupo proyectados desde España se han cancelado en los últimos días. La esperanza la ponen aquí en el cupo reservado para los meses de más calor, de marzo a octubre del año 1985, dando por ruinosa la primera y más codiciada temporada.
Para Sandeep Dayal, vendedor mayorista de viajes a la India por los países del Golfo Pérsico, el daño puede ser prolongado. Dayal se encontraba en Arabia Saudí cuando Indira Gandhi fue asesinada, el 31 de octubre. Ya no pudo salvar sus ventas para los próximos meses: "los clientes dijeron que en la duda comprometerían plazas hoteleras en la Costa del Sol y en Baleares".
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