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Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

'Los bajos fondos' Gorki por Renoir

Los bajos fondos, que Jean Renoir adaptó de Máximo Gorki en 1936, sigue siendo valorada como una película muy representativa del cineasta, aunque nunca ha sido considerada como una de las mejores de este director. "No tiene el equilibrio de La gran ilusión, la sinceridad de El crimen del señor Lange, la poesía de Un día de campo ni la suma de todas esas cualidades en La regla del juego. Después de La regla del juego, quizá sea esta la más interesante realización francesa de Renoir", en palabras del crítico André Bazin.Para Renoir, la experiencia de Los bajos fondos, que aceptó partiendo de un guión ajeno que luego rehizo a su gusto, se condensa en su descubrimiento del actor Jean Gabin, a quien al año siguiente propondría la interpretación del protagonista de La gran ilusión. De él escribió con entusiasmo: "Gabin estaba en la cima de su expresión cuando no tenía que forzar la voz. Ese inmenso actor obtenía los máximos efectos con los mínimos detalles. Creé para él escenas que podían ser murmuradas. No nos imaginábamos que ese estilo fuese a conquistar el mundo y que los actores susurrantes iban a ser legión. Los resultados de esta moda no siempre son felices. Jean Gabin, con un ligero estremecimiento de su rostro impasible, puede expresar los más violentos sentimientos. Otro tendría que gritar para llegar al mismo resultado."

Los bajos fondos es una panorámica sobre seres marginados: "un actor loco que se suicida, una muchacha tísica que sólo espera la muerte, un anciano que se extingue poco a poco, un soñador que predica el misticismo y un ladrón, Pepel (Jean Gabin), de quien la esposa del explotador de tanta miseria se ha encaprichado, pero que es rechazada en todos sus intentos porque es a su hermana a quien ama el delincuente", según la síntesis de Carlos Fernández Cuenca, que añade: "el resultado es un aguafuerte intenso, lleno de vigor, con un desfile rebosante de humanidad, de figuras acogidas a un albergue nocturno".

La acción, que originalmente se desarrollaba en la Rusia del pasado siglo, se localizó en la Francia de la primera década de éste. No fue un trasvase erróneo, ya que la bonhomía de Renoir supo traducir el sentido trágico de Gorki, aunque lo hiciera rozando la comedia. Los últimos planos de Los bajos fondos, que a muchos recordarán los del filme de Chaplin Tiempos modernos, concentraron esa esperanza propia del cine del autor a la que Gorki no está tan distante: "Se entiende fácilmente qué pudo seducir a Renoir de la obra de Gorki", escribía Claude de Givray: "lo encontramos casi por todas partes en la obra del cineasta: una notoria galería de personajes salvajes, gamberros, gentilmente revolucionarios, más sociables que sociales y cuya extraordinaria situación, de individualistas, tiende más a mostrar que a juzgar la condición humana. Ya que los personajes de Renoir viven como piensan y recrean, en su disidencia, una colectividad más pura que la nuestra."

Los bajos fondos se emite, hoy a las 22.05, por la segunda cadena.

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