Bodegas Franco-Españolas, de Rumasa, ha sido vendida en 1.500 millones de pesetas
La comisión reprivatizadora de Rumasa aprobó en la tarde del martes la venta de las dos primeras bodegas expropiadas en La Rioja. La comisión ha propuesto la adjudicación de Bodegas Franco-Españolas a Marcos Eguizábal, conocido almacenista de La Rioja Baja y dueño de Bodegas y Viñedos SA, en Ollauri El precio pagado por esta bodega, situada en Logroño, se acerca a los 1.500 millones de pesetas, al aceptar la totalidad del pasivo, que supera los 900 millones de pesetas, y realizar el pago de 600 millones más con un crédito a cinco años y al 10% de interés.
Marcos Eguizábal es natural de El Villar de Amedo (La Rieja), aunque es en Santo Domingo de la Calzada donde ha tenido un mayor volumen de negocios relacionados con la patata. Su profesión es la de constructor, y trabaja con vinos en La Rioja desde hace dos años aproximadamente, tiempo en el que ha realizado compras de vino y de uva para almacenar en Tudelilla.Por otra parte, Bodegas Lan y la finca Tierras y Viñas van a ser adjudicadas, si se acepta la propuesta de la comisión reprivatizadora, a Bodegas Palacios, que está dispuesta a pagar 340 millones de pesetas, de los que 125 corresponden a la finca, que tiene 74 hectáreas de viñedo. Como la Dirección General del Patrimonio había invertido en estas bodegas por valor de 440 millones de pesetas, existe todavía después de la venta una pérdida de 100 millones, de los que 77 corresponden al Estado y los 23 restantes al grupo minoritario que participaba en la propiedad de estas bodegas.
El titular de la empresa que se presenta como firme adjudicataria es José Palacios, miembro del Opus Dei. Además de un hotel en Alfaro, José Palacios es propietario de las bodegas que llevan su nombre en Alfaro y en Logroño.
La primera reacción en La Rioja al conocerse la decisión de la comisión reprivatizadora sobre estas bodegas ha sido de sorpresa, ya que ninguna de las dos empresas figuraba entre las candidatas, junto a una moderada satisfacción por el hecho de que los dos futuros propietarios sean riejanos. La federación de alimentación de UGT-Rioja ha adelantado una primera valoración positiva al cumplirse en buena parte los objetivos marcados en su congreso de que las empresas se quedaran en manos españolas.
Muchos y muy poderosos novíos se han quedado a las puertas de estas dos bodegas. En el caso de Franco-Españolas, distintas fuentes, incluso de UGT y del PSOE en La Rioja, habían coincidido en señalar hace escasos días al grupo Savin, que había mejorado su primera oferta, como el más firme candidato, junto al nuevo propietario de las bodegas Olarra, el empresario vasco Jesús Guibert. Las ofertas de ambos resultaron finalmente muy parecidas a la que presentó Marcos Eguizábal.
Beneficios de 50 millones
Bodegas Franco-Españolas, la perla del grupo Rumasa en La Rioja, es la única que ha obtenido beneficios en el último ejercicio económico, alcanzando 50 millones de superávit. Con 111 trabajadores de plantilla, comercializa 38 marcas distintas de vino y su volumen de ventas durante el año pasado alcanzó los 810 millones de pesetas. Su cuota de mercado es del 6% en el interior y el 2% en cuanto a exportaciones.En cuanto a Bodegas Lan, la más pequeña del grupo Rumasa, ha constituido una gran sorpresa su adjudicación a Bodegas Palacios, que apenas tiene relevancia dentro del sector vinícola riojano, en lugar de ser adjudicada a los accionistas minoritarios de esta sociedad, participada por Rumasa en un 77%, cuya cabeza visible es el empresario vasco propietario de la empresa Cegasa-Tximist.
Las Bodegas Lan, situadas entre Fuenmayor y Cenicero, tienen una plantilla de 42 trabajadores. Su activo es de 1.114 millones de pesetas y en 1983 tuvo pérdidas por valor de 200 millones de pesetas, más de la mitad de los cuales fueron debidos a gastos financieros. Su cuota de mercado apenas alcanza el 0,6% en el exterior y el 1,5% en el mercado nacional.
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