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Hombres-ranas polacos buscan en el fondo del río Vístula el cadáver del sacerdote Popielusko

Hombres-ranas rastrean desde ayer el río Vístula, en las afueras de Varsovia, en busca del cadáver del sacerdote Jerzy Popieluszko, de 37 años de edad, secuestrado y supuestamente asesinado hace 12 días por tres funcionarios del Ministerio del Interior. En declaraciones coincidentes, aunque contradictorias, sobre el punto exacto en que fue arrojado el cuerpo del sacerdote católico, los tres hombres han asegurado que el cadáver reposa en el lecho del río, cuyas aguas fluyen hacia el Norte para desembocar a 20 kilómetros al este de Gdansk, escenario en el que surgió el ahora ilegal sindicato Solidaridad, que encabeza Walesa.Fuentes cercanas al movimiento opositor dudan de que llegue a aparecer el cadáver, entre otras razones por el imprevisible desenlace de la multitudinaria manifestación en que se convertiría el entierro del párroco de la iglesia de San Estanislao de Kostka, una manifestación en pro de las ideas que siempre había defendido el sacerdote, en gran parte incluidas en el último de sus sermones, cuyo texto, publica hoy EL PAÍS, como documento, dada la trascendencia que revisten sus palabras a la vista de su desaparición. "Todo acto de violencia demuestra la inferioridad moral de quien lo comete", afirmó el sacerdote en su homilía testamento.

Páginas 2 y 3 Editorial en la página 10

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