La OPEP intenta recomponer los precios del crudo y anular la reducción en el mar del Norte

Los 13 ministros de Petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) inician hoy en Ginebra las consultas previas a la reunión extraordinaria que el consorcio ha convocado para mañana, lunes, en la confianza de encontrar un acuerdo que recomponga su débil estructura de precios, puesta en entredicho por la reducción de dos dólares (de 30 a 28) acordada por uno de sus miembros, Nigeria, y por los dos productores del mar del Norte, Noruega y Reino Unido.El jeque Yamani, ministro de Petróleo de Arabia Saudí, ha comprometido su prestigio y la importante producción de crudo de su país en una propuesta que persigue privar a los consumidores occidentales de una reducción generalizada de las tarifas petroleras.

El jeque Yamani iniciará las consultas previas a la reunión de mañana después de exponer en persona a los responsables energéticos de los tres países rebeldes la mencionada fórmula, consistente básicamente en que las 13 naciones de la OPEP, junto a México y Egipto, reducirán aún más su propia producción para eliminar el exceso de oferta que existe en el mercado y mantener estable el precio oficial del crudo en 29 dólares. La reducción propuesta alcanza los tres millones diarios de barriles, lo que, de aprobarse por el resto de ministros de la OPEP, rebajará de 17,5 a 14 o 15 millones de barriles por día el límite que el consorcio se autoimpuso en la reunión de Londres de marzo de 1983.

El ministro saudí ha asegurado, en declaraciones previas al encuentro de Ginebra, que la fórmula funcionará, incluso aunque fuerce a su país a asumir por sí solo la reducción acordada. Arabía Saudi, en su calidad de productor swinger de la OPEP (es decir, que regula su producción en función de las necesidades del resto del consorcio), apenas produce en estos momentos 4,5 millones diarios de barriles, de un total de 11 millones que conseguía vender en 1980. Una reducción adicional de su producción supondría un esfuerzo inusitado para el funcionamiento de su industria, que se basa en la producción de una cantidad mínima de crudo al día que algunos expertos sitúan en un listón de cuatro millones de barriles.

Para convencer al resto del consorcio, Yamani ha llegado a Ginebra con unas promesas vagas de los países que han rebajado sus tarifas de reconsiderar su decisión si los precios en los mercados libres se estabilizan en torno a las tarifas oficiales. Tanto la compañía noruega Staoil como la BNOC británica han exigido, además, que los países de la OPEP pongan fin a la política de descuentos que están practicando en los últimos meses y que ha sido, básicamente, la responsable de la caída en picado de los precios del crudo en los mercados spot, o de entrega inmediata. Yamani, además, ha recibido un apoyo inesperado por parte de México y Egipto, dos países no englobados en la OPEP, pero que han aceptado en principio reducir su producción y acomodarla a la estrategia global del consorcio.

Los expertos del mercado estiman que es muy posible que el ministro saudí consiga un acuerdo en Ginebra en favor de su fórmula. Lo que no está tan claro es si su estrategia significará por sí sola la estabilización del mercado y el mantenimiento de los precios a medio plazo. No hay que olvidar que la pérdida de influencia de la OPEP en el mecanismo de fijación de los precios es un hecho desde hace tres años, cuando comenzó a descender su cuota del mercado occidental de crudo hasta situarse en algo menos del 39%.

Las continuas disminuciones en ventas de petróleo han acelerado, por otro lado, los problemas de liquidez de muchos productores de la OPEP (Nigeria, Venezuela, Argelia).