Dos guantes de boxeo presiden el debate presidencial de hoy en Kansas City

ENVIADO ESPECIALTodo está preparado para el gran combate de esta noche en Kansas City, en el corazón de la América rural. Dos guantes de boxeo con los nombres del presidente, Ronald Reagan, y del aspirante demócrata a la Casa Blanca, Walter Mondale, colgados de un micrófono anuncian el debate en el poster editado por la Liga de Mujeres Votantes, que organiza el encuentro.

Desde los tiempos de Harry Truman, hijo predilecto de Misuri, esta ciudad de 448.000 habitantes situada en el centro de Estados Unidos no había vivido un acontecimiento semejante. A las siete de la tarde, hora local (una de la madrugada, hora peninsular), comenzará en el auditorio municipal el debate televisado sobre política exterior, que puede decidir el voto de 15 millones a 20 millones de americanos que aún están indecisos entre Reagan y Mondale.

Para el candidato demócrata, la actuación de esta noche es su última oportunidad para acortar distancias con el presidente y forzar una elección reñida el próximo 6 de noviembre.

Sólo un milagro -que no se suele dar en política-, una catástrofe exterior -como podría ser otro ataque terrorista contra una embajada norteamericana- o un nuevo patinazo de la CIA en Centroamérica, o del propio Reagan, pueden convertir a Mondale en el 41º presidente de Estados Unidos.

Toda la atención de los 80 millones de americanos que se calcula que verán el debate estará concentrada en la actuación del presidente. Su derrota televisiva en el primer debate, celebrado el 7 de octubre en Louisville (Kentuky), donde apareció como un hombre cansado, titubeante y sin reflejos, consiguió convertir a Mondale, un político frío y con escaso atractivo al que la Prensa ha bautizado como el madero noruego, en un candidato creíble.

Si Reagan logra esta noche evitar la corta distancia de los datos complejos referentes a la negociación sobre armas nucleares y se mantiene en su papel de gran comunicador y líder del mundo libre, es probable que confirme su reelección para un segundo mandato.