Las grandes subastas de otoño
Un Vázquez Díaz, joyas y objetos preciosos por valor de 500 millones de pesetas, buscan comprador
Pasado el tiempo de verano, durante el cual el mundo de las antigüedades descansa, vuelven ahora en octubre las grandes subastas de otoño. Cinco son las casas que abren sus puertas en este mes de octubre: Sothebys, Durán, Fernando Durán y Ansorena en Madrid, y subastas Brok en Barcelona. Entre ellas se repartirán la tarta de los varios cientos de millones que se pagarán en puja por sus lotes durante lo que resta de mes. Para ser exactos, unos 500 millones de pesetas.Todo está ya dispuesto. Las casas de subastas se encuentran en tensión. Las grandes o pequeñas piezas ya están a la espera del afortunado comprador.
Todos esperan romper récords y sueñan con esa pieza de categoría que hará la puja soñada. Ese momento ha sido largamente preparado a base de tesón y de acopio de informes de los expertos. La subasta es algo así como el santuario de las antigüedades donde existen unas normas inflexibles que todos deben respetar.
Si importante es el subastador, no lo es menos el vendedor, la persona que pone en manos de las casas de subastas el objeto que va a ser subastado. Condición esencial es que éste garantice que posee el legítimo título de propiedad del bien que va a subastarse o que ha sido legítimamente autorizado por el dueño. El equipo de expertos de la casa estudia el objeto y establece, de acuerdo con el vendedor, el precio de salida. El precio suele ser muy inferior en relación al valor de la pieza. El servicio de admisión es gratuito.
Lotes no exportables
El comprador es quien adquiere el objeto subastado al precio que se señale en el momento del golpe de martillo. Cualquier desacuerdo que pudiera plantearse lo resuelve el director de subasta, en uso de las facultades discrecionales que tiene atribuidas. Todos los lotes incluidos en subastas se entiende que no son exportables, a menos que tengan la correspondiente licencia del Ministerio de Cultura.
Las grandes subastas de otoño
Una vez adjudicado el lote, el comprador deberá cumplimentar un impreso acreditativo de su compra, que deberá ser retirado de los almacenes de la casa en unos casos dentro de los 10 días siguientes y en otros dentro de los cinco días siguientes a su celebración. Las casas de subastas no admiten reclamación sobre los posibles desperfectos, restauraciones o roturas. La exposición de los lotes se efectúa unos 15 días antes de la subasta para dar oportunidad de examinar las características de los mismos. La misma sala actúa como intermediaria pero no se hace responsable de la veracidad de los datos sobre el autor, origen, fecha, antigüedad, procedencia y estado del lote.Todas las subastas tienen como referencia obligada el catálogo. En él se recogen los datos de los expertos y la historia del objeto aportada por el vendedor. Suelen estar distribuidos semanas antes de la subasta y se reciben normalmente por suscripción.
Señas de identidad
Aunque las casas de subastas no se hacen responsables de la exactitud de los datos sobre las obras a subastar, suelen notificar en el catálogo su apreciación de las piezas de la siguiente forma:
- El nombre y apellido del autor, si es obra original.
- Las iniciales del nombre del artista, si es una obra de la época del autor, o parcialmente suya.
- El apellido del artista cuando es una obra de escuela, de uno de sus seguidores, de su mismo estilo, o de fecha incierta.
- Asignado a -, si es una atribución tradicional.
- Atribuido a -, una signación provisional de fecha reciente, basada en el estilo.
- "Escuela italiana", "Escuela española", etcétera (sin fecha), cuando se trata de una obra realizada en fecha posterior a la que sugiere el estilo.
- Firmado, cuando lleva firma reconocida del autor.
-Lleva firma, si existe duda sobre su atribución al autor referido.
- Fechado, que tiene fecha y fue realizado en la señalada.
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