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La Asociación Interamericana de Radiodifusión subraya la fuerza de sus 15.000 emisoras

Gabriela Cañas

"Para cualquier dictador es demasiada presión la de una asociación que cuenta con casi 15.000 emisoras de radio y televisión. Nosotros no entramos en competencia con la Unión Europea de Radiodifusión ni con la Organización de Televisiones Iberoamericanas, porque nuestra misión no es la de intercambiar partidos de fútbol o cosas similares. La Asociación Interamericana de Radiodifusión tiene una función filosófica que liarte de la base de la defensa de la libertad de expresión" dijo ayer Luis Alberto Solé, director general de la AIR, que está celebrando en Madrid una asamblea extraordinaria con el objetivo de cambiar sus estatutos para convertirse en una asociación de ámbito mundial (véase EL PÁIS de ayer). "Además", continúa el uruguayo Solé, "nosotros no vamos a aceptar nuevos socios que no estén de acuerdo con nuestro principios programáticos".

En esta asamblea extraordinaria fue protagonista ayer el análisis de la situación actual de la libertad de expresión en los países latinoamericanos, uno de los temas que más preocupan a la asociación. Según Luis Alberto Solé, que además de director de la AIR es director del semanario uruguayo Correo de los Viernes y abogado defensor de la emisora de radio CX-30, la situación "está mejorando en muchos países". Para Solé, uno de los casos más graves, después de Cuba y Haití, es el de Nicaragua. Curiosamente, no es el Gobierno el que se ha hecho dueño de todas las emisoras, sino el Partido Sandinista.La ley de Comunicaciones Sociales de Nicaragua no considera la libertad de expresión como un derecho individual, como pasa en todos los países democráticos de Occidente, sino que lo califica como un derecho colectivo. Eso permite que sea sólo el sindicato el que administre la libertad de expresión.

Mejora de la libertad

Luis Alberto Solé destacó las mejoras sustanciales que con respecto a la libertad de expresión se viven en Argentina y Brasil, así como en su propio país, Uruguay, donde ahora hay una cierta permisividad. "Sólo se ignora la libertad de expresión cuando se habla de los militares. La legislación en este terreno es muy severa, ya que se aplica una extraña figura penal llamada atentado a la fuerza moral del Ejército".El también chileno Ricardo Bezanilla, presidente del Comité de Libertad de Expresión de la AIR y consejero de dicha asociación, hizo en la reunión de la asamblea extraordinaria de ayer un informe sobre la sitaación de los países latinoamericanos que fue ampliamente debatido. Bezanilla dijo en su exposición que la "mayoría de los países americanos sufren de infantilismo democrático, y, salvo excepciones, todos, en una u otra medida, han visto o pueden ver mermados sus derechos a la libertad de expresión". Bezanilla relató posteriormente los casos en los que la AIR ha tenido que intervenir, destacando los de Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay, Haití y Nicaragua.

Lucha por la democracia

Para Luis Alberto Solé, se trata de 38 años de lucha por la democracia que ha venido librando la AIR, que hoy pretende convertirse en Madrid en una asociación internacional. "Si es una asociación americana", explica Solé, "es por una razón puramente circunstancial, porque cuando en 1946 se constituyó en México, sólo la radiodifusión del continente americano era privada".Hoy concluye la asamblea extraordinaria de la AIR, cuyo colofón lo van a poner las solicitudes y aceptaciones de nuevos socios. Entre ellos estará la Asociación Nacional de Radiodifusión Privada de España, organizadora de esta asamblea. Representantes de las radiodifusiones belga, francesa e italiana, que han acudido como observadores, han hecho sus solicitudes y éstas han sido aceptadas.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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