Recurso contra el auto de procesamiento que excluye a dos policías en el "caso Castán'
Los abogados de la acusación particular en el caso de las supuestas torturas a José Manuel Castán Belmonte recurrirán el auto de procesamiento, dictaminado por la Audiencia Provincial de Madrid. Según declaró ayer el abogado José Manuel Hernández Rodero en rueda de prensa, la acusación considera que el auto libera al inspector Amador Miralpeix del Pino del delito de tortura y deja fuera del proceso a otros dos polícías nacionales.José Manuel Castán Belmonte falleció el pasado 14 de marzo, tres meses y medio después de ser detenido por los inspectores de policía Amador Miralpeix y José Manuel Ortiz Prieto.
José Manuel Castán, policía en situación de excedente, fue detenido el pasado 1 de diciembre y conducido a la Brigada Regional de Policía Judicial por los inspectores Miralpeix y José Manuel Ortiz Prieto. La acusación particular considera que tanto en el trayecto como en el interior de las dependencias, los mencionados inspectores "torturaron brutalmente" a José Manuel Castán, causando su posterior muerte.
La acusación privada, que actúa en nombre de la mujer y de la hermana del fallecido, considera que el auto de procesamiento formulado prejuzga la causa a favor de la inocencia de los encausados. Según los abogados, el auto se limita a procesar al inspector Miralpeix y presupone que tan sólo existen indicios de lesiones, nunca de tortura. Los abogados de la familia pedirán en un recurso de súplica la consideración de tortura y la ampliación de encausamiento a Ortiz y al comisario Emilio Ballesteros, jefe de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid y superior, por tanto, de los dos inspectores supuestamente autores de la tortura.
Según los abogados, el auto presupone que la detención de Castán fue legal por desacato, tras mediar unos insultos. Sin embargo, según manifestó la acusación, en las declaraciones que los dos inspectores de policía realizaron en la Audiencia, afirmaron que "Castán profirió en tono despectivo frases que no saben precisar".
Otro indicio racional de torturas, según la acusación, es que un policía que custodiaba a unos detenidos en la Brigada obligó a éstos a volverse de espaldas para no ver a Castán limpiar sus heridas en el lavabo, tras ser interrogado.
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