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William Kennedy

Un premio Pulitzer de novela que se siente impulsado a la literatura por la atmósfera de su ciudadFIETTA JARQUE, Madrid

William Kennedy ha sorprendido a la crítica norteamericana el año pasado, y se ha sorprendido él mismo también, con la gran acogida que tuvo su novela Tallo de hierro (Ironweed), ganadora del premio del Círculo de Críticos Norteamericanos y el Premio Pulitzer 1984 de novela, además de ser designada una de las 10 mejores novelas del año por la revista Time. Tallo de hierro se desarrolla en la ciudad de Albany, capital del Estado de Nueva York y verdadera protagonista tanto de esta novela como de las otras obras de Kennedy.

Albany empujó a William Kennedy a la literatura. Ciudad de "pecado, corrupción y vicio", como la describe él, ha impuesto los perso najes, paisajes y atmósfera a las tres novelas de William Kennedy y sigue haciéndolo en la cuarta, que tiene ahora en marcha. Una ciudad que no ha cambiado en los últimos 200 años y que puede "restaurar el espíritu mientras te ensucia el alma", según Kennedy. Nacido en 1928, hijo de un jugado habitual y político advenedizo Kennedy asumió estos elementos como parte del mundo de sus historias. El mundo imaginario y la narración realista se miran frente a frente y entablan un diálogo en el que se borran los perfiles.En la historia de Tallo de hierro, Francis Phelan, un vagabundo que encuentra en la constante huida una forma de estabilidad, ha sacado al público lecter norte americano de un círculo vicioso que ya iba haciéndose incomprensible. "La literatura norteamericana ha estado dominada en los últimos años por una constante mirada hacia el interior de la persona, a su ego alienado, a su sexualidad, indagando siempre en los mismos conflictos", dice Kennedy. Tallo de hierro acaba de publicarse en su versión castellana y para el autor esto tiene una gran significación personal: vivió varios años en Puerto Rico y está casado con una joven puertorriqueña, además de tener una estrecha relación con los más conocidos autores latinoamericanos.

"Me gustaría que la literatura norteamericana tuviera la vitalidad de la literatura latinoamericana; los ojos, como los tiene: esta última, puestos en lo que sucede alrededor, en la sociedad, en el mundo, y no sólo en sí mismos". Y ésta ha sido la nueva mirada que ha aportado William Kennedy. Sus novelas, desde O'Albany, Legs e Ink truck (Camión de tinta) hasta Tallo de hierro y Billy Phelan's greatest game, se desarrollan en torno a personajes marginales en una ciudad que los empuja a esa vida, sin encasillarla en la novela social. Tallo de hierro lleva a su personaje a un constante diálogo con los muertos que le rodean, como personajes activos que condicionan la existencia de los vivos.

Para Kennedy, los muertos son seres con los que uno sigue viviendo. Revivir y reconstruir el pasado con sus personajes es una de sus principales preocupaciones. Actualmente está trabajando también en el cine con Francis Ford Coppola, con quien ha hecho el guión de Cotton Club, película que será estrenada en Europa en marzo. Ambientada en un famoso cabaré de Harlem, la película trata de reflejar la historia racista de EE UU en esa época a través de las artes del entretenimiento.

La novela que escribe actualmente, situada también en Albany, transcurre en el siglo pasado, entre dos adolescentes que se ven envueltos en el conflicto de la guerra de secesión. Para ello Kennedy se ha instalado ya en su nueva casa, una antigua mansión en Albany donde fue asesinado a tiros uno de sus personajes, Legs, el gánster Legs Diamond, en 1931.

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