París reafirma su voluntad de que España ingrese en el Mercado Común en enero de 1986

Francia se reafirma en su sí a la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) a primeros de 1986, declaró ayer el ministro de Asuntos Europeos y portavoz del Gobierno francés, Roland Dumas. En vísperas de la cumbre franco-española que se celebrará en Barcelona los próximos días 18 y 19, los medios diplomáticos franceses también subrayan que en el futuro, la doctrina del Gobierno referente al problema vasco quedó establecida en el discurso del presidente, François Mitterrand, el viernes pasado, en Bayona: "Francia no servirá de "base logística para que se cometa un crimen en un país vecino y amigo".

La próxima cumbre hispano-francesa servirá a los ministros de ambos Gobiernos para examinar globalmente el funcionamiento de las relaciones bilaterales. Como ya ocurrió en las anteriormente celebradas, lo que se va a desarrollar en Barcelona es una especie de "seminario de trabajo", destinado, teóricamente, a profundizar las cuestiones pendientes entre Madrid y París.El asunto dominante será el comunitario; "nosotros diremos en Barcelona lo de siempre a este respecto, es decir, que la voluntad política de Francia es favorable a la entrada de España en la Comunidad, y que se mantiene la fecha fijada de 1986", reafirmó el ministro Dumas.

Reconoció, no obstante, que persisten aún cuestiones espinosas; y citó el vino, el aceite de oliva, la pesca y la industria, subrayando que "no se pueden relegar los intereses franceses", a la hora, se entiende, de abordar la posible solución de dichos asuntos. En el plano comunitario, Dumas entiende que, a pesar de los problemas, que han quedado bien claros durante las últimas semanas, "las cosas progresan".

Por el lado francés asistirán a la reunión los ministros, Michel Rocard (Agricultura), Claude Cheysson (Relaciones Exteriores), Edith Cresson (Comercio Exterior), Pierre Beregovoy (Economía) y Roland Dumas, ministro de asuntos europeos, portavoz del Gobierno y puede decirse, también, que en gran medida portavoz del presidente Mitterrand, dada sus vinculaciones personales.

También se afirma en París, en los medios oficiosos, que la cumbre referida, una vez más, tocará el problema vasco; se resalta sobre dicha cuestión que la doctrina francesa que mantendrá Francia en Barcelona ya la definió, en Bayona, el viernes último, el presidente Mitterrand, quien afirmó que los vascos que quieran exiliarse en Francia lo conseguirán si renuncian a la violencia, "de no ser así, setratará de un combatiente, y Francia no tiene por qué darle la mano". Esta doctrina no está clara, o al menos ningún experto es capaz de exponerla en términos inequívocos en este país; por ejemplo nadie sabe cuáles serán los criterios en los que se basará el Gobierno francés para conceder asilo político a los vascos llegado el caso, puesto que el presidente no ha rechazado esta eventualidad.