La 'eficacia' del terrorismo

( ... ) Dos representantes de dos grandes países europeos dedicaron parte, de sus mensajes políticos a abordar, desde ángulos distintos, la patética realidad del terrorismo, que en la madrugada del viernes sacudió la Conferencia del Partido Conservador, reunido en el sur de Inglaterra, y que en el sur de Francia es tema constante de preocupación debido a la presencia de españoles que buscan refugío para rehuir las consecuencias penales de sus acciones terroristas en nuestro país.Los 45 kilos de gelignita que desmocharon el eduardiano hotel de Brighton no sólo no consiguieron el objetivo de eliminar al Gabinete conservador británico, sino que provocaron un lógico movimiento de unidad alrededor de la dirigente tory al término de una conferencia que no se había caracterizado precisamente por la homogeneidad de criterios en los difíciles temas pendientes que tiene la señora Thatcher, como son el conflicto de los mineros, el alarmante crecimiento del paro y una situación económica que no acaba de salir de la crisis.

Pese a los cuatro muertos registrados en la trágica madrugada del viernes, ( ... ) la señora Thatcher ha salido robustecida con la sangre, el polvo y las lágrimas que conmocionaron el desayuno de millones de británicos al enterarse de lo que había ocurrido en Brighton. El terrorismo del IRA no ha conseguido amedrentar a ninguno de los Gobiernos de Londres, laboristas o conservadores, desde que hiciera su aparición devastadora en la metrópoli al comienzo de los setenta. Sus efectos han sido casi siempre contrarios.

La enérgica posición de Mitterrand al hablar ante el público del sur de Francia, sensibilizado como pocos por el fenómeno terrorista que ha sacudido el norte de España, ofrece otro enfoque interesante de cómo un Gobierno democrático se enfrenta a uno de los elementos más desestabilizadores de nuestro tiempo. El presidente francés reafirmó la larga trayectoria del derecho de asilo de su país, pero mantuvo que el crimen no puede tener a Francia como cómplice.

Con estas dos actitudes firmes de dos representantes de dos viejos países democráticos europeos no se acabará, lo sabemos bien, la actitud ciega del terror para reivindicar opciones políticas. Pero es una advertencia también que la fuerza del diálogo, del entendimiento y de las urnas, puede más, a la larga, que las bombas y las metralletas.

14 de octubre