Cuatro variantes para la apuesta del baloncesto: A, B, 3 y C

En el pasado mes de abril la Asociación de Clubes Españoles de Baloncesto (ACEB) presentó al Patronato de Apuestas Mutuas un informe, en el que intervino una firma multinacional y cuyo costo se aproximaba al millón de pesetas, en el que se planteaba la posibilidad de organizar una quiniela sobre la competición de baloncesto. La novedad respecto al fútbol era que el baloncesto planteaba la apuesta sobre cuatro variantes: A (victoria del equipo de casa por más de 10 tantos), B (victoria del equipo de casa por una diferencia entre 4 y 9 tantos, ambos inclusive), 3 (victoria de cualquiera de los dos equipos por el margen igual o inferior a los 3 tantos) y C (victoria del equipo visitante por más de cuatro tantos). Hace una semana, una reunión tripartita Asociación-Patronato-Consejo Superior de Deportes parecía relanzar el tema a la vista de la caída en las recaudaciones de la quiniela futbolística. Romà Cuyàs, secretario de Estado para el Deporte y también consejero del Patronato, instó a este organismo a dar una respuesta definitiva a esta alternativa en el plazo de dos meses. La introducción de una quiniela de baloncesto era una posibilidad que se había estudiado a la vista de dos hechos: la organización por España del Mundial de baloncesto en 1986 y el auge que estaba tomando dicho deporte en su aceptación popular. Los clubes tomaban la apuesta como una posibilidad de lograr unos ingresos atípicos y ponían en manos del Patronato un tipo de apuesta alternativa cuyos costos generales adicionales no eran muy altos. En realidad, la quiniela de baloncesto llevaría los mismos canales de distribución que la de fútbol y sólo habría que invertir ciertas cantidades para adaptar la programación de los ordenadores a la realidad de una quiniela de cuatro variantes.

El estudio, presentado en el mes de abril, estuvo detenido recientemente, aun cuando el Patronato se había comprometido, según algunas fuentes, a estudiarlo con cierta rapidez. Parece ser que el patronato se interesó vivamente por la quiniela hípica, ya en marcha, y aparcó la quiniela de baloncesto. Sin embargo, hechos recientes le han obligado a tomar interés por la última.

Entre estos hechos podría estar la filtaración del interés que la Generalitat había puesto en dar autorización para el ámbito catalán a la quiniela de baloncesto, en virtud de algunas competencias que pertencecían al ente autónomo y que quedan reseñadas en la ley 15/84 de 20 de marzo sobre el juego, en la que detalla, en una disposición adicional, "los juegos de apuestas". Esta posibilidad suponía la salida de la quiniela fuera del control del Patronato y abría la posibilidad a que la apuesta de baloncesto pudiera también extenderse a otros entes autónomos (Junta de Andalucía, Gobierno Vasco, etcétera). Cuando el tema parecía detenido, la semana pasada se celebró una reunión entre las tres partes implicadas y Romà Cuyàs, secretario de Estado para el Deporte, parece que tomó interés en acelerar el tema, por lo que instó al Patronato para que, en un plazo de dos meses, diera una respuesta al estudio de la quiniela de baloncesto. Romà Cuyàs, en anteriores ocasiones, se había mostrado muy favorable a la existencia de esta apuesta.

Una encuesta de mercado, que acompaña al estudio de esta nueva quiniela y que se encuentra en poder del Patronato, afirmaba que un 80% de las personas que actualmente apuestan a la quiniela de fútbol estaría dispuesto a apostar en la de baloncesto. La frecuencia sería semanal para un 40% de este espectro, dato paralelo a encuestas relativas al fútbol. Industria y servicios (con un 50%) sería el segmento social mayoritario y, en lo relativo a precios, la encuesta señalaba que el 78% de los encuestados prefiere unos precios equivalentes a la de fútbol, un 1% abogaba por un descenso y un 22% no daba importancia a esta cuestión.