Un grupo de socios de la cooperativa Pablo Iglesias protesta por la gestión de la directiva
Una cincuentena de socios de la cooperativa Pablo Iglesias se encerró el pasado martes en la sede de la entidad, en la calle de Ponzano, 67, para protestar por diversas irregularidades que, a su juicio, se han producido en la cooperativa. El encierro, realizado en demanda de una asamblea general que tenía que haberse realizado en el primer semestre, terminó al acudir la policía con una orden de desalojo dada por el gobernador civil.Los cooperativistas encerrados exigen a la dirección de la entidad una clarificación de las cuentas económicas y se niegan a pagar unos intereses que consideran abusivos y no justificados.En opinión de los socios que protestan, es necesario que el consejo rector de la cooperativa explique una serie de préstamos otorgados a otras entidades "sin la aprobación previa del conjunto de los socios".
Los denunciantes sostienen que la cooperativa está cobrando a los socios unos intereses para amortización de créditos superiores a los que realmente se están pagando al banco. A su vez, los socios que han escriturado su vivienda deben hacer frente los próximos días a una letra de unas 210.000 pesetas, cuando, según dicen, los intereses son de 180.000 pesetas a pagar al Banco Hipotecario.
Miembros de la directiva manifestaron que la asamblea general ya había sido fijada púa el próximo día 28 de octubre y adujeron que no había sido convocada antes porque se estaba a la espera de que la empresa Deloitte-Haskins elaborara una auditoría.
Sobre el cobro de las 210.000 pesetas, el directivo Martín Plaza afirmó que, al no estar firmadas todas las escrituras, el Banco Hipotecario había decidido cobrar el primer plazo íntegro y contar los cuatro años, en que los socios se beneficiarán con una subsidiación del 3% sobre los intereses, a partir del próximo mes de abril.
