La 'banquera del pueblo' de Portugal no pagó ayer intereses a los ahorradores

Ayer empezó un nuevo episodio del folletín que apasiona a la opinión pública portuguesa, con la reapertura de una de las oficinas lisboetas de Branca dos Santos, la popular banquera del pueblo, que paga un 10% de interés mensual sobre los "préstamos" que le hacen miles de "amigos".Centenares de personas de todas las edades y clases sociales se concentraron frente a la oficina de doña Branca, antes de la hora anunciada, mientras que algunas decenas pasaron la noche en la acera, divididos entre la esperanza y el miedo propagado por insistentes rumores de inminente colapso de la organización clandestina, que tantos dolores de cabeza está causando al Gobierno de Lisboa.

Doña Branca, que llegó en un Mercedes verde un cuarto, de ahora antes de la apertura, alivió los nervios y las preocupaciones de la, pequeña muchedumbre, que saludó a su bienhechora con aplausos y gritos de alegría: "Doña Branda cumple, viva doña Branca".

De momento, nada de pagos: los portadores de recibos y talones firmados por Branca dos Santos en junio y julio últimos, que comparecieron con el original y una fotocopia, fueron informados que los títulos en su poder van a ser controlados por la computadora recientemente instalada en la oficina. En los días sucesivos, se hará lo mismo con los títulos más antiguos, que serán todos revalidados: a partir del 24 de septiembre, la banquera del pueblo pagará los intereses vencidos de julio y agosto, y recibirá nuevos depósitos, retomando paulatinamente el curso de sus actividades normales.

Lágrimas de agradecimiento

Doña Branca, que agradeció, con lágrimas, el entusiasmo de sus "muchos amigos" se ha apuntado una importante victoria psicológica con la manifestación de apoyo de que fue objeto y que constituye un nuevo aviso para las autoridades portuguesas acerca de las dimensiones nacionales del problema y de la exaltación de los ánimos de quienes ven en Branca dos Santos una "hada buena" perseguida por el genio malo del Gobierno, de la policía y de la Prensa.El equipo de Televisión Española, dirigido por María Luisa Corujo, de Informe semanal, que fue el primero sobre el lugar, sufrió las consecuencias de la auténtica histeria que se apoderó de centenares de personas que esperaban la llegada de doña Branca, y que se desahogó en agresividad contra los representantes periodísticos.

Insultado y golpeado el equipo deTVE salvó el material gracias a la pericia de los técnicos, que consiguieron filmar uno de los misteriosos recibos de doña Branca, por importe de 200.000 escudos (unas 220.000 pesetas) en mano de un joven español que no quiso identificarse.