Paul Streeten pide una economía 'informal', a base de trueque para salvar el sistema

Varios economistas asistentes al congreso sobre adaptación del pensamiento económicos a las nuevas realidades, clausurado ayer en Barcelona y Tortosa, hicieron votos por una economía informal, a base de trueque, para reducir el paro y salir de la crisis. El doctor Paul Streeten, de Boston, destacó en la defensa de dicha salida, y consideró prioritaria la simultánea "eliminación de los peligros que amenazan al sistema", propugnando el desarme, el fin del proteccionismo y de las devaluaciones y revaluaciones perjudiciales para el vecino.Para articular estas medidas, Streeten abogó por la coordinación internacional, plasmada en la creación de un banco central internacional, la institución de un impuesto internacional sobre ingresos y la creación de una entidad, también internacional para facilitar información sobre las decisiones referentes a inversiones fijas.

El canadiense Abyaham Rotsein se pronunció, en el mismo sentido, por una "economía informal de generación espontánea, con un intercambio económico agilizado a través de las computadoras". El húngaro Bela Kadar destacó que en los últimos 10 o 15 años se han acumulado cambios en todas las esferas de actividad, a los que ni la teoría ni la política económica han sabido dar respuesta.

El profesor Federico Mayor Zaragoza, organizador del simposio, manifestó que aunque no es deseable un gobierno mundial para resolver los problemas globales, los economistas postulan en cambio la creación de asociaciones supranacionales de carácter técnico, como un banco central mundial.

En la clausura del congreso, se presentó el libro La Economía mundial en el umbral del siglo XXI, que recoge las ponencias, bajo la idea de auspiciar el intercambio de experiencias entre los países de economía de mercado y los de planificación central.