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Benito se despide hoy de la afición del Madrid

, Gregorio Benito, 37 años, desde los 16 en el Real Madrid y 13 en el primer equipo, recibe esta noche su homenaje con dos años de retraso. El Tottenham será el rival madridista, a las 21.00 horas, en el Bernabéu. El fallecido Santiago Bernabéu definía así a Benito: "Eres un manchego de raza". Algunos de sus rivales en el campo le calificaban de otra forma: El terror del área. Él se defiende: "El fútbol es un deporte viril y yo he pasado ocho, veces por el quirófano". En Barcelona se jugaron ayer con los profesionales los partidos de homenaje a los ex barcelonistas Artola y Olmo y al ex españolista Molinos. Al Camp Nou, donde el Barcelona perdió 0-2 con el Athlétic, sólo asistieron unos 7.000 espectadores, previéndose que cada agasajado perciba millón y medio de pesetas. En Sarrià, donde el Español ganó 4-1 al Zaragoza, hubo unos 2.500; Molinos tenía garantizados tres millones y medio.Benito tiene un concepto claro de sí mismo: "Soy un cachondo mental". De sus ocho visitas al quirófano, tres lo fueron para arreglar su rodilla izquierda y dos la derecha. "La última vez me partieron la tibia para hacerme un injerto de hueso en la rodilla. He quedado como un madelman". Quizá por ello regala bastones a sus amigos. Ahora lleva tres semanas entrenándose con la plantilla blanca "para poder aguntar esta noche más de un cuarto de hora".

Una de las normas de un defensa contundente es la entrada de aviso al delantero rival en los primeros minutos. Benito la cumplía, aunque asegura que "esencialmente, yo me consideraba un buen psicólogo. A veces, me bastaba con mirar al jugador al que debía marcar y ya me daba cuenta de que ése no iba a rascar bola. Ganarle la primera acción era fundamental, pero a mí me gustaba hacerle una consideración dialéctica". No era eso de "yo, que tú, no lo haría, forastero", sino un saludo cortés: "Oye, estoy impresionante. No la vas a tocar". El cruce largo, a ras del suelo, fue su especialidad, la que le granjeó fama de duro de western. "Me la jugaba siempre porque siempre entraba con fuerza, pero arriesgando, con la verdad por delante, recto'".

Raimundo Saporta le concretó su partido de homenaje y diez millones de fijo, pero, desde que comenzó a prepararlo -hace dos años-, ya ha perdido más de cuatro. Aún así, asegura que no le preocupa el dinero esta noche, sino "sentir que la afición del Madrid no me ha olvidado." Un club con el que consiguió seis Ligas, cinco Copas de España e infinidad de torneos. Jugó 317 partidos de Liga y marcó dos goles "por equivocación", 45 de Copa, 35 de Copa de Europa, 16 de Recopa y 7 de la Eurouefa. En total, vistió la camiseta madridista 519 veces y fue 22 internacional absoluto.

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