Piniés aspira a la presidencia de la Asamblea de la ONU de 1985

El embajador de España en la ONU, Jaime de Piniés, aspira a presidir la Asamblea General de Naciones Unidas del próximo año, y no la que comienza este mes, como por error, inducido en parte por la Oficina de Información Diplomática, se publicaba en EL PAIS del pasado día 5.Piniés recibió a finales de agosto el endoso del grupo occidental, lo que supone -al no haber otro candidato- que será él quien presida la Asamblea General que se abrirá en la sede de la ONU en Nueva York dentro de un año. El grupo occidental es uno de los cinco grupos que, por rotación, decide cada año esta elección, que tradicionalmente es refrendada por la Asamblea.

En principio, la elección de presidente de la Asamblea recae sobre una persona y no sobre un país, lo que ha posibilitado que, en ocasiones anteriores, antiguos embajadores en Naciones Unidas hayan sido presidentes después de ser jubilados por sus Gobiernos. Éste podría ser el caso de Piniés, quien debería retirarse en junio de 1985, según las normas surgidas de la nueva ley de la Función Pública; es decir, tres meses antes de que Piniés fuera a ser elegido. La costumbre, en cualquier caso, es que los presidentes dejen de ser embajadores de sus países durante su mandato.

De todos modos, la última palabra la tiene el Gobierno español, que aún no se ha pronunciado sobre el caso y es el que debe contemplar o no la que posiblemente fuera la primera excepción a la ley de la Función Pública o, en última instancia, el que autorice a Piniés, a pesar de su jubilación, a presidir la Asamblea General de la ONU.

Mientras en círculos cercanos a la Embajada de España ante la ONU se daba como prácticamente segura la elección de Piniés, diversas fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores español mostraban extrema prudencia y evitaban pronunciarse rotundamente en este sentido. Puestos ayer al habla con el despacho de Piniés en Nueva York, una secretaria dijo en su nombre que "el embajador nada tenía que decir a EL PAIS".