Iñigo Cavero
no podía imaginar en 1978, cuándo se celebró el cincuentario de la inauguración del edificio del Ministerio de Educación, del que entonces era titular, que en el interior de sus paredes había un mensaje que esperaba ser descubierto. Ahora, con motivo de las obras de restauración de la fachada del edificio sito en la madrileña calle de Alcalá, se ha encontrado un papel doblado, escondido entre las piedras de un arco, a la altura del sexto piso, en el que se puede leer: "Pedro Bedia Perojo, natural de Valdecilla, provincia de Santander, cerró este arco el día 30 de agosto de 1928. Camaradas, salud. Cuando derribéis este arco, tomáis un vaso por mis huesos. Cuidado. R. I. P.". El texto, aunque con una caligrafía rudimentaria, presenta una buena ortografía y puntuación.
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