Bancos y cajas empiezan a pagar menos por los depósitos de los ahorradores

El anuncio de que las instituciones financieras, bancos y cajas de ahorro decidían rebajar en 1,5 puntos el tipo de interés preferencial que aplican a sus mejores clientes de operaciones de créditos y préstamos ha empezado a surtir sus efectos en la retribución de los nuevos depósitos de los ahorradores en bancos y cajas. El presidente de la patronal bancaria, AEB, reconoció ayer en una conferencia de prensa que el acuerdo de reducir los tipos preferenciales iba acompañado de un descenso mayor de la retribución del pasivo, hasta 1,75 puntos.Aunque el acuerdo conjunto señalaba que primero había que comunicar la baja del preferencial al Banco de España y posteriormente reducir el pago por los nuevos depósitos o los renegociados, algunas instituciones financieras han decidido hacerlo al tiempo.

Rafael Termes, presidente de AEB, quiso desmarcarse en todo momento de unir la reducción de tipos de interés con el acuerdo económico social que se negocia en la actualidad y señaló el carácter coyuntural de la baja. Indicó que si varían las condiciones de déficit público o de expectativas de inflación será necesario volver a elevar los tipos, tanto de operaciones activas como de las de pasivo. Por ello, señaló, si fracasa el acuerdo no podrá achacarse a una posible desviación al alza de los tipos de interés. Segismundo Crespo, subsecretario de Trabajo, indicó, no obstante, que se tratará de hacer una recomendación a la baja de tipos de interés en el texto del acuerdo social.

Contrapartidas

Fuentes financieras privadas han señalado que a pesar de que se ha negado la existencia de contrapartidas a la reducción de los tipos preferenciales, lo cierto es que éstas existen y pueden incluso cuantificarse. En primer lugar, señalaron estas fuentes, la reducción de los preferenciales viene a normalizar una situación ya existente desde hace varios meses. A partir de la primavera, bancos y cajas han venido concediendo créditos por debajo del preferencial en cantidades crecientes como consecuencia de la baja demanda de crédito privado. Bajar el listón de los preferenciales significa, de hecho, poner en esa altura esos créditos ya concedidos.Por otro lado, la corriente psicológica iniciada con la reducción de tipos permite a los bancos y cajas ajustar a la baja el precio de lo que pagan por los depósitos de los ahorradores con menos tensiones que hace meses y con unas mínimas garantías de que no va a haber "competencia desleal".

En segundo lugar ha alejado por un buen tiempo la posibilidad de que alguien tuviera la tentación de reducir las comisiones que cobran los bancos y cajas por los servicios que prestan. De hecho, en las conversaciones entre el gobernador del Banco de España y los presidentes de los grandes bancos nacionales se llegó a plantear la posibilidad de reducir las comisiones, en lugar de bajar los tipos de interés, pero esta postura fue desechada por el propio Mariano Rubio.