El español Jaime de Piniés presidirá la próxima Asamblea General de la ONU

El veterano embajador de España en las Naciones Unidas, Jaime de Piniés, será elegido presidente de la 40ª Asamblea General de la ONU, que este mes comenzará sus sesiones ordinarias en Nueva York. La elección es fruto del pacto conseguido por unanimidad entre los países del grupo occidental, al que este año, según el turno rotatorio establecido, le toca decidir. El pacto será refrendado, según marca la costumbre, por toda la asamblea al iniciar su reunión el día 18 de este mes.Piniés, de 67 años de edad, debe jubilarse en junio de 1985, según el plan de retiros anticipados previstos en la nueva ley de la Función Pública. Sin embargo, su elección como presidente de la asamblea general puede prolongar su destino al servicio de la diplomacia española en Nueva York durante tres meses, más, hasta concluir su mandato.

El propio Piniés, en conversación telefónica desde Nueva York, manifestó ayer a EL PAIS que no sabe si el Gobierno decidirá aplazar su jubilación por este motivo. Portavoces de la Oficina de Información Diplomática (OID) han declarado, por su parte, desconocer cuál será la decisión que tomará el Gobierno, aunque daban como posible que no se haga una excepción con Piniés en el cumplimiento de una norma que comienza a aplicarse justamente ahora. En la historia de las 39 anteriores asambleas existen precedentes de otros presidentes que, a pesar de estar jubilados por los países que representaban, fueron presidentes de la asamblea.

Jaime de Piniés es embajador de España ante la ONU desde hace 17 años. En septiembre de 1967 fue nombrado provisionalmente para este cargo, siendo confirmado justo un año después. Desde entonces ha venido desempeñando esta función con sólo un pequeño paréntesis -desde marzo de 1972 hasta septiembre de 1973-, durante el cual fue embajador en Londres.

Hace cuatro años Piniés estuvo ya a punto de ser presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, aunque el Gobierno español le retiró su apoyo en el último momento, dejando libre el puesto para el otro candidato, el representante de la República Federal de Alemania.

El mandato de los presidentes de las asambleas generales dura un año, durante el cual presiden primero la asamblea general ordinaria con la que se abre el curso en la ONU, y posteriormente las eventuales asambleas extraordinarias que puedan tener lugar. El puesto, de todos modos, tiene mucho más prestigio que peso político para el país que logra situar a su embajador en la presidencia.

Ayer, desde Nueva York, el embajador Piniés mostró su contento por su futura elección, que calificó de "broche final" para su carrera diplomática.