'Demasiado para Gálvez' visto 'desde afuera'
Tres diferencias importantes encontró el crítico Fernando Lara desde las páginas de La Calle entre la novela Demasiado para Gálvez que había tenido una cordial acogida, y su traducción cinematográfica. Que la narración no se hiciera en la pantalla en primera persona era considerado por Lara como una notable disminución de los valores del texto: "todo ese caudal de ágil introspección que nos hacía simpatizar con el personaje, tanto en la sonrisa como en el afecto, se ha perdido ahora al mostrar a Gálvez sólo "desde fuera" desde el ojo de una cámara que prefiere la peripecia física a la definición interna del personaje".Que este se viera forzado a una comicidad que en el texto era "más intelectual", suponía otro reparo. El último, que la época en que se desarrollaba la novela, en las postrimerías del franquismo, se cambiara por 1980: si el texto concluía con la voladura del coche de Carrero en la película ese hecho no es más que el rodaje de una película que lo reconstruye.
Aunque es lógico que un guión altere a su gusto las condiciones del texto en que se inspira y que, por tanto, no sea imprescindible reproducir la película que cada uno imaginó, en el caso de Demasiado para Gálvez, esta solicitud de mayor ajuste nacía del no table éxito que la novela había tenido. Primera del periodista Jorge Martínez Reverte, tuvo el acierto de reflejar el ambiente profesional bien conocido del autor y de exponerlo con cierta sorna: el torpe reportero Gálvez, que es enviado a Málaga para investigar un turbio asunto de inmobiliarias es torpedeado por su propia empresa cuando investiga demasiado. El filme fue uno de los que primero incursionó en el género adaptándolo a circunstancias cotidianas españolas.
Esa historia negra, situada en un contexto preciso y vecinal fue aplaudida en su crítica por Jesús Fernández Santos aunque no eliminara algunos reproches: cierta falta de ritmo al principio del filme, y la pérdida ocasional de su ironía.
Fue la segunda dirigida por Antonio Gonzalo, que repetía el mismo sistema de cooperativa con que produjo su primera obra, Tierra de rastrojos, no estrenada en buena parte de España y, en todo caso, mal. El débil presupuesto con que contó en. Demasiado para Gálvez es perceptible en la escasez de los medios aunque ello, a veces, despierte cierta simpatía hacia la película. Muchas veces provocada por la ternura de Teddy Bautista interpretando a Gálvez, "tan convincente como atípico", según Santos.
Actor aplaudido
El compositor había intervenido en algunos filmes británicos, pero era esta la primera vez que actuaba en España. Su escasa experiencia fue utilizada para precisar el desamparo de Gálvez: "aumenta la realidad del personaje". Acompañado de Isabel Mestres, que más tarde intervino en El arreglo de Zorrilla, quizás la mejor incursión del cine español en el género negro, Teddy Bautista "demasiado externo y poco sutil" en opinión de Lara, fue celebrado por la mayor parte de los críticos. Entre sus reservas no contaba el trabajo de interpretación.Gonzalo tuvo más aciertos en la dirección de actores que en mantener el pulso narrativo. Su titulo anterior, rodad.o en los campos andaluces, adoleció igualmente de esa inseguridad, que desaparece solo en determinadas escenas. La persecución en el metro en Demasiado para Gálvez es una muestra de las posibilidades de Antonio González. La caprichosa industria cinematográfica de este país no las ha aprovechado. Una película rodada contra viento y marea, sin medios y sin ayudas no puede ser entendida como carta de presentaéión. En 1982 veinte millones de pesetás era ya una cifra incapaz de servir el espectáculo que los espectadores exigen en las películas locales, y fue esa la posible razón de que el filme no contara con la atención del público. Su presentación en televisión permitirá conectar ahora con esos espectadores. A señalar la cercanía de su producción (1982), elemento poco frecuente en la selección de películas españolas en televisión.
Demasiado para Gálvez se emite hoy a las 22.30 por la segunda cadena.
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